miércoles, 3 de julio de 2019

Para aprender a practicar el amor incondicional


Como respuesta el hombre citó: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y: Ama a tu prójimo como a ti mismo. 
Lucas 10:27. NVI.

Lectura: Lucas 10:25-37.  Versículo del día: Lucas 10:27.

MEDITACIÓN DIARIA

Esta respuesta surgió del hombre que le preguntó al Señor Jesús qué debería hacer para heredar la vida eterna y el Señor le interroga: “¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo la interpretas tú?” (v. 26). Al contestar bien, el hombre le vuelve a preguntar: “—¿Y quién es mi prójimo?” (v. 29). Entonces, Jesús le responde con la parábola del buen samaritano, en donde un hombre cayó en manos de ladrones que lo despojaron de la ropa, lo golpearon y se fueron. Por el mismo camino pasaron un sacerdote, un levita y un hombre de Samaria. El único que paró para tenderle la mano fue el samaritano: “Se acercó, le curó las heridas con vino y aceite, y se las vendó. Luego lo montó sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó” (v. 34).
El Señor nos enseña a través de esta parábola, que no importa que nos sepamos la Escritura completa, pero si no tenemos amor, todo se nos queda ahí. Hay que anotar que los judíos no se trataban con los de Samaria. Por eso, este hecho es más significativo; porque los que pasaron supuestamente eran los llamados a socorrerle, pero no lo hicieron. En definitiva, el amor a Dios va más allá de lo que podemos expresar. Es obrar siempre con amor por encima de cualquier situación. Es igual hacerlo con un enemigo tal como si fuera el mejor de los amigos. Las Buenas Nuevas están basadas en el amor de Dios hacia la humanidad a través de su Hijo Jesús y ese amor es el que nosotros debemos practicar.

Amado Señor: gracias por lo que nos enseñas en tu Palabra. Permite buen Señor que no solamente seamos oidores de ella sino hacedores, para que podamos entender tu buena voluntad y agradarte como hijos de Dios y discípulos tuyos. ¡Alabamos tu Nombre por siempre!

Un abrazo y bendiciones.

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