Como respuesta el hombre citó: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y: Ama a tu prójimo como a ti mismo.
Lucas 10:27. NVI.
Lectura: Lucas 10:25-37. Versículo del día: Lucas 10:27.
MEDITACIÓN DIARIA
Esta respuesta surgió del hombre que le preguntó al
Señor Jesús qué debería hacer para heredar la vida eterna y el Señor le interroga:
“¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo la interpretas tú?” (v. 26). Al contestar bien,
el hombre le vuelve a preguntar: “—¿Y quién es mi prójimo?” (v. 29). Entonces,
Jesús le responde con la parábola del buen samaritano, en donde un hombre cayó
en manos de ladrones que lo despojaron de la ropa, lo golpearon y se fueron. Por
el mismo camino pasaron un sacerdote, un levita y un hombre de Samaria. El
único que paró para tenderle la mano fue el samaritano: “Se acercó, le curó las
heridas con vino y aceite, y se las vendó. Luego lo montó sobre su propia
cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó” (v. 34).
El Señor nos enseña a través de esta parábola, que no
importa que nos sepamos la Escritura completa, pero si no tenemos amor, todo se
nos queda ahí. Hay que anotar que los judíos no se trataban con los de Samaria.
Por eso, este hecho es más significativo; porque los que pasaron supuestamente
eran los llamados a socorrerle, pero no lo hicieron. En definitiva, el amor a
Dios va más allá de lo que podemos expresar. Es obrar siempre con amor por
encima de cualquier situación. Es igual hacerlo con un enemigo tal como si fuera
el mejor de los amigos. Las Buenas Nuevas están basadas en el amor de Dios hacia
la humanidad a través de su Hijo Jesús y ese amor es el que nosotros debemos
practicar.
Amado Señor: gracias por lo que nos enseñas en tu
Palabra. Permite buen Señor que no solamente seamos oidores de ella sino
hacedores, para que podamos entender tu buena voluntad y agradarte como hijos
de Dios y discípulos tuyos. ¡Alabamos tu Nombre por siempre!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario