sábado, 29 de junio de 2019

Vistámonos con la armadura para salir victoriosos


Porque los mandamientos que dicen: ‘No cometas adulterio’, ‘No mates’, ‘No robes’, ‘No codicies’, y todos los demás mandamientos, se resumen en este precepto: Ama a tu prójimo como a ti mismo. 
Romanos 13:9. NVI.

Lectura: Romanos 13:8-14.  Versículo del día: Romanos 13:9.

MEDITACIÓN DIARIA

Definitivamente hay que tener los pies bien puestos sobre la tierra y estar atentos a las acechanzas del maligno, porque precisamente lo que él quiere es hacernos caer; y no pensemos que somos fuertes, que nos las sabemos todas y por consiguiente no nos vamos a derrumbar . Muchas veces cuando estamos sólidos, por la parte más débil que tengamos surge el ataque. El tiempo en que vivimos es bien difícil y como sigue diciendo la lectura de hoy: “Ya es hora de que despierten del sueño, pues nuestra salvación está ahora más cerca que cuando inicialmente creímos” (v. 11). Sí, por lo menos a mí, me suceden cosas que después pienso: ‘fue un sueño o es una realidad’. Y caigo en cuenta que la noche está avanzada; tengo que anhelar el nuevo día. “Vivamos decentemente, como a la luz del día, no en orgías y borracheras, ni en inmoralidad sexual y libertinaje, ni en disensiones y envidias. Más bien, revístanse ustedes del Señor Jesucristo, y no se preocupen por satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa” (vv. 13-14). Busquemos la gracia y cojámonos fuertemente de ella para obrar de acuerdo al Espíritu y llenarnos de su fruto.
Dejemos a un lado las obras de la oscuridad y pongámonos la armadura de la luz (v. 12). ¡Ay Dios! Eso es lo que debemos hacer: revestirnos con toda la armadura de Dios (Efesios 6:10-18). Sí, es la única manera de hacer frente al maligno y salir victoriosos en la batalla. Puesto que es una lucha espiritual, debemos ante todo fortalecernos en el Señor con la oración y su Palabra, para luego vestirnos, tomar la armadura y ponérnosla. El Señor Jesús ya venció al diablo en la cruz, pero él sigue con su astucia instigándonos hasta conseguir engañarnos. Creamos firmemente que la batalla ya está ganada y usando las armas que Dios nos da, venceremos. La gloria será al final para nuestro Redentor y Rey.

Amado Señor Jesús: gracias porque con la tentación Tú nos darás también la salida. Enséñanos a través de tu Santo Espíritu a vestirnos firmemente con toda la armadura Tuya y vencer los dardos que el enemigo va lanzándonos. Señor Jesús, sé Tú nuestra fortaleza. Estamos en tus manos y confiamos en tu fidelidad. Gracias, muchas gracias buen Señor.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: