—El que recibe en mi nombre a este niño —les dijo—, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. El que es más insignificante entre todos ustedes, ese es el más importante.
Lucas 9:48. NVI.
Lectura: Lucas 9:46-50. Versículo del día: Lucas 9:48.
MEDITACIÓN DIARIA
Los discípulos del Señor discutían sobre quién de
ellos sería el mayor. El Señor tomando a un niño les habla y les dice que el más
insignificante entre ellos es el más importante. Si estamos dispuestos a
escuchar al que el Señor envía, entonces también recibimos con nosotros al Padre
quién envió a su Hijo Jesucristo. “Ciertamente les aseguro que el que recibe al
que yo envío me recibe a mí, y el que me recibe a mí recibe al que me envió” (Juan
13:20). De ahí lo delicado de menospreciar por joven, raza o nacionalidad a un
líder cristiano. Esa persona está dedicando su tiempo a proclamar el evangelio
de Jesús y tendrá por su obediencia un lugar privilegiado en el reino de los
cielos. Siempre he pensado que es muy necio hablar o criticar a un predicador o
siervo del Señor. Todos tenemos errores, entonces mejor dejemos que sea
directamente Dios quien se entienda con él. Nosotros aprendamos a ser
cautelosos y discretos con afirmaciones que muchas veces ni siquiera nos
constan.
Amado Señor: Calla nuestros labios y no permitas que
nos dejemos llevar por apariencias o malentendidos especialmente cuando vienen
de otros lados. No nos dejes juzgar a priori porque no sabemos si vamos a caer
en lo mismo que podemos estar juzgando. Haznos sabios para saber cuidar
nuestras palabras. ¡Te alabamos bendito Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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