El egoísta busca su propio bien; contra todo sano juicio se rebela.
Proverbios 18:1. NVI.
Lectura: Proverbios 18:1-24. Versículo del día: Proverbios 18:1.
MEDITACIÓN DIARIA
En cierto modo el que es egoísta es también envidioso.
Tuve la oportunidad de hablar con una amiga hace poco y me contó que había
cambiado de trabajo para un cargo donde se desempeñaría en su profesión. Todo
muy bien, excepto que dio con unas compañeras llenas de resentimiento y
envidia. Le han hecho la vida imposible solo porque ella llegó con la ventaja
de ser profesional a desempeñarse en su nueva labor. Infortunadamente, mientras
estemos en este mundo muy probablemente nos encontraremos con personas de esa
índole. En general, estas personas ni hacen ni dejan hacer; son negligentes en
su trabajo, máxime cuando están pendientes de tirar la cascarilla para que el
agredido caiga y así tener la oportunidad de señalarlo con el jefe.
Dice la Biblia que nosotros éramos igual en otro
tiempo, (v. Tito 3:3), pero ahora, estamos llamados a devolver bien por mal. Ni
la envidia ni el egoísmo pueden caber en aquella persona que
tiene en su corazón al Señor, quien es el amor por excelencia (1 Corintios 13:4
y 5). Al final de cuentas, si para ellas eso es lo que las llena, con eso se van
a saciar (v. 20 en la lectura); a nosotros nos corresponde amar de verdad y
perdonar. Creo que lo mejor que podemos hacer en estos caos es poner a los pies
del Señor la carga y seguro que será Él quien actuará a nuestro favor. No nos
queda más que bendecir y orar por quienes nos hacen mal.
Amado Señor: hoy quiero poner delante de Ti a mi amiga.
Sé que ella también te ama indescifrablemente y con este motivo buscará
llevarlas a todas hacia tu redil. ¡Te amamos Papito lindo! Eres Tú, una muestra de Torre fuerte donde
podemos correr a refugiarnos.
Un abrazo y bendiciones.
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