El perfume y el incienso alegran el corazón; la dulzura de la amistad fortalece el ánimo”
Proverbios 27:9. NVI
Lectura: Proverbios 27:1-27. Versículo del día: Proverbios 27:9.
MEDITACIÓN DIARIA
Sí; ¡qué agradable es percibir el aroma de una buena
loción en un hombre o el perfume en la mujer! A mí personalmente, eso me atrae
mucho. Y si vamos a la otra parte del versículo, así es: una buena amistad
fortalece el ánimo. Un buen amigo hay que conservarlo y para esto es indispensable
entender que somos llamados a servir, no a que nos sirvan. Muchas amistades se
terminan porque no se valoran como son; se utilizan y ese no es el fin de la
amistad.
Pero cuando se tiene un amigo(a) de verdad, hay que
dar gracias a Dios porque es un tesoro que debemos cuidar. La amistad hay que
abonarla y regarla seguido para que no se marchite. Bien dice la Palabra de
Dios: “hay amigos más fieles que un hermano” (Proverbios 18:24b). El verdadero
amigo es el que se mantiene leal; el que está listo a tendernos la mano, a
darnos un consejo y por qué no, igualmente a reprendernos cuando nos estamos
desviando. Conservemos nuestras amistades. Recordemos esto: “En todo tiempo ama
el amigo; para ayudar en la adversidad nació el hermano” (Proverbios 17:17).
Señor amado: hoy oramos por todas esas personas que
son nuestros amigos(as). Los ponemos delante de Ti y rogamos por sus vidas.
Atiende buen Señor sus necesidades y permite que estas amistades crezcan y sigan
dando el fruto del amor. Gracias por ellos Dios.
Un abrazo y bendiciones.
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