Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.
Romanos 12:1. NVI.
Lectura: Romanos 12:1-8. Versículo del día: Romanos 12:1.
MEDITACIÓN DIARIA
El versículo siguiente nos dice que no nos amoldemos
al mundo actual, sino que vayamos renovando la mente. El avance de la
tecnología nos puede desviar de la mirada en Dios. Tenemos que cambiar nuestra
manera de pensar para que también cambie nuestra manera de vivir y conocer
entonces lo que Dios quiere; es decir todo lo que es bueno, agradable y
perfecto (v. 2). Igualmente, en ocasiones pensamos que somos muy buenos o que
hemos alcanzado grandes logros quizá por nuestro propio esfuerzo y así no es. Todo
lo que tenemos ahora llámense bienes materiales, logros, objetivos, están ahí
simplemente por la gracia de Dios, porque Él ha sido bueno y misericordioso con
nosotros y nos los ha dado. Nada tenemos porque lo merezcamos. Y en esto es
donde también aplicamos el versículo 3 porque no podemos dejar que los humos se
nos suban a la cabeza creyendo que lo que somos o hemos sido es porque nos
esforzamos y los conseguimos. Lógico que sí hubo un esfuerzo, pero no lo hubiéramos
conseguido sin la ayuda de Dios. Es el Espíritu Santo en nosotros quien nos dirige
y nos lleva a terminar buenas acciones. Así que debemos pensar objetivamente,
con cordura y humildad de nosotros mismos. Más bien, compartamos con los demás
los dones y bendiciones que recibimos de parte de Dios diariamente.
Bendito Señor: Gracias porque es tu Palabra la que
diariamente nos anima a continuar así creamos que no merecemos tu gracia
derramada. No es tan fácil ofrecerte nuestro cuerpo; toma todo nuestro ser:
espíritu, alma y cuerpo para servirte en adoración como ofrenda hacia Ti. No
permitas que nos dejemos llevar por las sutilezas de la vida y nos olvidemos de
lo esencial. Que entendamos lo sublime de tu amor y por ese amor vivamos
queriendo hacer lo mejor para agradarte. Gracias, muchas gracias buen Dios.
Un abrazo y bendiciones.
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