miércoles, 31 de enero de 2018

Somos sal y luz para el mundo

Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo. 
Mateo 5:16.

Lectura: Mateo 5:13-16.  Versículo del día: Mateo 5:16.

En la lectura Jesús nos compara con la sal de la tierra y la luz del mundo. Dos elementos indispensables para dar testimonio de Él. Mientras estemos en la tierra tenemos que cerciorarnos de que nuestra sal esté siempre cayendo en las almas perdidas que van sin rumbo alguno. Cuando ya no estemos sea porque hayamos ido con el Señor o porque Él haya venido por nosotros, se quedará el mundo sin sabor. La tierra será insípida; su Palabra ya no estará y por ende la luz no volverá a brillar.
Los cristianos en este tiempo somos los encargados de sazonarlo compartiendo las buenas nuevas del Evangelio de la salvación y actuando como verdaderos creyentes. Personalmente lo asimilo así: proclamar el Evangelio sería sazonarlo y nuestro testimonio, la luz que brille fuertemente en un mundo de densa oscuridad. Tú eres el protagonista hoy de esparcir esa sal y de levantarte como faro encendido en medio de la noche tenebrosa.

Amado Señor: Gracias por tu Palabra y enseñarnos a ser sal y luz para el mundo. Permite que nuestro testimonio sea fiel a tus mandatos y que podamos reflejar la luz tuya de manera tal que resplandezca y no se apague, así las densas tinieblas quieran extinguirla. Muchas gracias buen Señor por utilizarnos para cumplir tu obra evangelizadora,

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: