Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero, si haces lo malo, el pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte. No obstante, tú puedes dominarlo.
Génesis 4:7.
Lectura: Génesis 4:1-16. Versículo del día: Génesis 4:7.
MEDITACIÓN DIARIA
Por más que una persona
diga que no le importa hacer el mal, siempre tendrá su conciencia que le
atormentará y le estará recordando su pecado. Es que el pecado acobarda. Como
cristianos, si en verdad lo somos tenemos que recordar lo dicho por el apóstol
Pablo: “Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo,
cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos” (Gálatas 6:9).
Ahí mismo en Gálatas nos dice que siempre que tengamos la oportunidad, hagamos
el bien a todos en especial a los hermanos en la fe.
El Señor le dijo a Caín
que podía dominar el deseo de hacer el mal; si esto es a los del mundo con
mucha más razón puede hacerlo el creyente en el Señor Jesucristo; pues nosotros
ya tenemos al Espíritu Santo y uno de su fruto es precisamente el dominio
propio (Gálatas 5:22-24). En realidad, si falta esa parte del fruto es porque
el Espíritu Santo no mora en el creyente y es por esto que a los no cristianos
les cuesta dominar el mal. En mi concepto creo básico, el estar siempre llenos
del Espíritu para no dejarnos contaminar del mundo y andar siempre con la
frente en alto.
Amado Señor: te rogamos
que pongas en nuestro corazón el querer hacer el bien en toda ocasión sin
distingo de persona. Enséñanos a ser ante todo siervos así se tenga el cargo
más elevado y así creamos saberlo todo. Gracias Señor por tu Palabra que es
verdad. ¡Te amamos Señor!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario