Dichosos los compasivos, porque serán tratados con compasión.
Mateo 5:7. NVI
Lectura: Mateo
5:1-12. Versículo del día: Mateo 5:7.
MEDITACIÓN DIARIA
En las bienaventuranzas,
el Señor aplica la ley de la recompensa. Definitivamente, tú recibes de lo
mismo que das; “Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida
llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a
otros, se les medirá a ustedes” (Lucas 6:38). No es nada más ni nada menos que
‘lo que siembres, cosecharás’. Como cristianos somos llamados a hacer el bien
todas las veces que podamos y cuando sabemos que uno de los nuestros está en
mala situación es obligación tenderle la mano. Saber hacer el bien y no hacerlo
es pecado (Santiago 4:17). La compasión nos lleva a ser más sensibles y humanos
frente a las dificultades y problemas de los demás. La compasión va de la mano
con la misericordia y eso precisamente fueron los sentimientos del Señor al ver
nuestro fracaso y estado de pecado ante Dios Padre, que no dudó en venir a
pagar todas las transgresiones cometidas por nosotros.
Si esto lo hizo el Señor
Jesús siendo Dios, ¿por qué no podemos ser compasivos, si al hacerlo gozaremos
de triple bendición? La Biblia nos insta a ser compasivos unos con otros
(Efesios 4:32); (1 Pedro 3:8); (1 Juan 3:17). Demostremos la misma compasión
que Dios nos tiene (Lamentaciones 3:22); (2 Corintios 1:3-4); (Salmo103.13);
(Isaías 30:18).
Amado Señor: Te rogamos
que pongas en nuestro corazón el ser compasivo con el necesitado para dar
testimonio del amor tuyo. Enséñanos a alegrarnos con los que se alegran y a
llorar con los que lloran. Haznos sensibles al dolor ajeno. Gracias bendito
Dios. ¡Te amamos Señor bueno!
Un abrazo y bendiciones.
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