miércoles, 10 de enero de 2018

Aprendamos de la caída

La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que tenía buen aspecto y era deseable para adquirir sabiduría, así que tomó de su fruto y comió. Luego le dio a su esposo, y también él comió. 
Génesis 3:6.

Lectura: Génesis 3:1-24.  Versículo del día: Génesis 3:6.

MEDITACIÓN DIARIA

Esta fue la caída del hombre. Si analizamos bien podemos notar las consecuencias que conllevó esa desobediencia. Primero que todo la relación con Dios se interrumpió. También vemos que desde el comienzo el pecado acobarda. Ellos no se dejaban ver de Dios porque se dieron cuenta que estaban desnudos y temían su reacción (vv. 8-10). Ya sabían que habían obrado mal. Segundo: surge la defensa culpando a uno y otro sin reconocer el propio pecado. El Señor le reclamó a Adán quien era la cabeza y responsable ante Dios y él de inmediato culpa a Eva, para que ella a su vez a la serpiente (vv. 12 y 13). Para la serpiente el pecado produjo su maldición entre todos los animales tanto salvajes como domésticos y se arrastraría sobre su vientre por siempre. Para la mujer, aumentarían los dolores en el parto y aunque desee controlar al marido, él gobernará sobre ella. Y para el hombre recayó sobre él la maldición de la tierra y con doloroso trabajo comería de ella todos los días de su vida; se ganaría el pan con el sudor de su frente, le dijo el Señor (vv. 14-19).
Tengamos en cuenta que el pecado siempre se nos va a aparecer deseable; todo lo prohibido lo es. Pero no por deseable y bueno que aparente ser, nos llevará por buen camino. Recordemos que ancha es la puerta que lleva a la perdición (Mateo 7:13). Igualmente, para aprender, los caballeros deben apropiarse del lugar que les corresponde en su hogar. Como cabeza es a ellos a los que primero Dios va a cuestionar especialmente en lo que se refiere al área espiritual. Aprendamos de la caída lo engañoso y mentiroso que es Satán.

Amado Dios: por Adán entró el pecado al mundo, pero por tu infinito amor, con tu Hijo amado Jesús llegó la salvación para la humanidad. Te rogamos que nos enseñes a través de esta caída lo mentiroso y engañoso que es Satanás, para que siempre estemos en alerta y no le demos cabida alguna. Gracias Señor Jesús por venir a pagar el precio de nuestro pecado. ¡Te adoramos Señor!

Un abrazo y bendiciones.



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