miércoles, 3 de enero de 2018

Aprendamos del mejor Diseñador y Planificador

La tierra era un caos total, las tinieblas cubrían el abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas. 
Génesis 1:2.

Lectura: Génesis 1:1-30.  Versículo del día: Génesis 1:2.

MEDITACIÓN DIARIA

La tierra era un caos total, y Dios le puso orden. Así que primero fue la luz y la separó de las tinieblas. Con la luz formó el día y con las tinieblas la noche (vv. 3-5). Esto fue el primer día. Después hizo el firmamento separando las aguas de arriba de las aguas de abajo. Al firmamento lo llamó cielo. Ese fue el segundo día (v. 8). Enseguida quiso que las aguas que estaban debajo del cielo se juntaran en un solo lugar y que apareciera lo seco. A las aguas juntas llamó mar y a lo seco, tierra. Al ver tal belleza quiso que hubiese árboles que diesen fruto y plantas que brotaran semillas y así sucedió. Ese fue el tercer día. Después creó la belleza del firmamento con luces para separar el día de la noche y con su mandato llegaron el sol para iluminar el día y la luna junto con las estrellas, la noche. Esto fue el cuarto día (vv. 14-19).  Llegó el quinto día y Dios quiso que en el mar hubiera seres vivos y que en el cielo las aves lo surcaran; al contemplar esta belleza les ordenó reproducirse. Creó Dios animales domésticos, salvajes, reptiles e insectos y consideró que todo esto era bueno. Entonces dijo: “Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza”: hombre y mujer los creó. Los bendijo para que fueran fructíferos, se multiplicaran, llenaran la tierra y la sometieran.  Les entregó toda planta que da semilla y árbol que de fruto para que les sirviera de alimento. Dios miró todo lo que había hecho y era ¡tal la belleza de su creación! De este modo se cumplió el sexto día. Todo lo hizo detalladamente a manera del mejor Diseñador y Planificador.
Dios desde el comienzo nos enseña que es un Dios de orden. Creó los cielos y la tierra, pero no se quedó con eso nada más: le puso atención a lo ya establecido y a medida que cada cosa fue llegando después de la instrucción dada y ver que era bueno seguía con el siguiente paso. La elaboración de su creación nos enseña cómo desarrollar un buen proyecto. Aprendamos de esto a ser organizados y ordenados sin olvidar cada detalle que nos lleve a feliz término la obra.

Amado Señor: Tu creación aparte de ser maravillosa nos sirve de ilustración aun para los quehaceres del mundo. Te rogamos que nos enseñes a cumplir con las tareas encomendadas bajo los parámetros aprendidos de Ti, siguiendo las instrucciones correctas y consecuentes para elaborarlas con excelencia. Gracias por tanta instrucción recibida a través de ella. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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