Dios cumple sus pactos y debemos aprender de Él

Y Dios añadió: Esta es la señal del pacto que establezco para siempre con ustedes y con todos los seres vivientes que los acompañan: He colocado mi arco iris en las nubes, el cual servirá como señal de mi pacto con la tierra. 
9:12-13. NVI.

Lectura: Génesis 9:1-17.  Versículos del día: Génesis 9:12-13.

MEDITACIÓN DIARIA

Cada vez que vemos el arco iris lo admiramos por su hermosa belleza. Pero de ahora en adelante sería bueno que tengamos en cuenta que es la señal del pacto con la tierra establecido por Dios: “Este es mi pacto con ustedes: Nunca más serán exterminados los seres humanos por un diluvio; nunca más habrá un diluvio que destruya la tierra” (v. 11). Es muy satisfactorio saber que Dios no miente ni se arrepiente de lo prometido. Él es verdad y Dios Santo, por lo tanto, siempre cumple su Palabra. Estamos tan acostumbrados a mentir que actualmente, la palabra de una persona no vale nada. Y viene al caso los problemas que surgen cuando se da la palabra para algo serio y relevante, y no se cumple lo dicho. Una persona afectada me preguntaba: ¿Por qué los hombres ya no tienen palabra?”. Así es; solamente el Señor no nos engaña. Aproveché para hacerle ver que Dios no es un hombre para que mienta porque Él es verdad y santidad. Recordemos que pase lo que pase, Dios es fiel y cumplirá su Palabra en toda promesa que nos da. Confiemos en que Él lleva la batuta de cualquier situación porque quizá ese obstáculo será el motivo para que los que no lo conocen como Señor y Salvador personal, lo reconozcan y alcancen la vida eterna a su lado.

No hay que olvidar lo pactado porque de lo contrario es mejor no abrir la boca para prometer lo que no se va a cumplir (Eclesiastés 5:5). Aprendamos a ser sinceros e íntegros, como lo es Dios con nosotros.

Amado Señor: Gracias porque, así como dejaste el arco iris en señal del pacto que hiciste de no volver a terminar al ser humano a través de un diluvio. Gracias porque no solamente es este pacto que nos has dado; son muchos más. Te rogamos Señor que pongas en nuestro corazón la tranquilidad y serenidad para saber que Tú actúas en el momento exacto porque nunca nos dejarás ni nos abandonarás. ¡Aleluya, Amén! ¡Aleluya!

Un abrazo y bendiciones.