¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no le das importancia a la viga que está en el tuyo?
Mateo 7:3.
Lectura: Mateo
7:1-6. Versículo del día: Mateo 7:3.
MEDITACIÓN DIARIA
Definitivamente se cae
mucho en ese pecado. Nos gusta estar señalando al uno o al otro mirando
detalles incluso tontos pero que no nos gustan, sin darnos cuenta que somos
iguales o peores al que estamos juzgando. “No juzguen a nadie, para que nadie
los juzgue a ustedes. Porque tal como juzguen se les juzgará” (vv. 1-2). ¿Cómo llama el Señor a los que así
actúan? “Hipócritas”.
Si te consideras íntegro
y lo que menos crees de ti es ser hipócrita, analiza tu hablar hacia los demás.
Recuerda la exhortación de Santiago: “Con la lengua bendecimos a nuestro Señor
y Padre, y con ella maldecimos a las personas, creadas a imagen de Dios. De una
misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.”
(Santiago 9-10). Enseguida dice que de una misma fuente no puede brotar agua
dulce y a la vez agua salada (v. 11), y así es.
Amado Señor: perdona las
veces que hemos hablado de personas, porque ese bla, bla, bla que podemos
considerar como rumor, se vuelve fácilmente en juzgamiento. Enséñanos buen Dios
a domar nuestra lengua para no caer en este error. Te damos gracias buen Señor,
porque es tu Santo Espíritu quien nos ministra y convence de pecado.
Un abrazo y bendiciones.
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