miércoles, 7 de febrero de 2018

El espíritu de la ley prevalecerá


Ustedes han oído que se dijo a sus antepasados: No mates, y todo el que mate quedará sujeto al juicio del tribunal. Pero yo les digo que todo el que se enoje con su hermano quedará sujeto al juicio del tribunal. Es más, cualquiera que insulte a su hermano quedará sujeto al juicio del Consejo. Y cualquiera que lo maldiga quedará sujeto al fuego del infierno. 
Mateo 5: 21-22 NVI.

Lectura: Mateo 5:21-30.  Versículos del día: Mateo 5:21-22.

MEDITACIÓN DIARIA

Me quedó sonando lo de la ley en el devocional del sábado 3 de febrero y me di cuenta de que cometí un error al generalizar que lo mandado bajo la ley todavía tenía validez. Sí; las leyes morales están ahí y su espíritu siempre prevalecerá.  El Señor sí vino a cumplir la ley dándole el valor que en realidad tiene. Jesús defendió los mandamientos morales. Por eso en este punto particular del Sermón del Monte agrega que no solo se trata de no matar, sino que quien se enoje con su hermano quedará sujeto a juicio. Igual, también vemos en la lectura lo siguiente: “Ustedes han oído que se dijo: No cometas adulterio. Pero yo les digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón” (vv. 27-28). Vemos que el Señor está dándole el valor exacto a lo escrito en la ley de Moisés. O sea, va más allá de lo que se pensaba, al espíritu mismo de la ley; es decir, no era cuestión de solo cumplir religiosamente con la acción como tal, sino de cumplirla de corazón.  
Quizá lo que nos dice Pablo nos aclare un poco el concepto: “Dicho de otra manera, la ley fue nuestra tutora hasta que vino Cristo; nos protegió hasta que se nos declarara justos ante Dios por medio de la fe. Y ahora que ha llegado el camino de la fe, ya no necesitamos que la ley sea nuestra tutora. Pues todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús” (Gálatas 3:24-26 NTV). Dios permita que podamos todos entender bien este principio y evitar confusiones.

Amado Señor: Te damos gracias porque la luz de tu Santo Espíritu nos guía siempre hacia la verdad. Gracias por aclararnos el valor real de la ley entendiendo que ya no vivimos bajo su manto, sino bajo la gracia derramada a favor nuestro por tu inmensa misericordia. Gracias por la profundidad y validez que le das a tus mandatos. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: