jueves, 15 de febrero de 2018

Mira de frente la riqueza espiritual que tienes


¡Escápate! No mires hacia atrás, ni te detengas en ninguna parte del valle. Huye hacia las montañas, no sea que perezcas. 
Génesis 19:17.

Lectura: Génesis 19:1-29.  Versículo de día: Génesis 19:17.
MEDITACIÓN DIARIA
Cuando Dios da una orden hay que cumplirla y no tomarla como menos. La esposa de Lot no creyó y Dios la convirtió en estatua de sal (v. 26). Tenemos que ser diligentes y no buscar excusas ni postergar lo mandado porque puede recaer en alguno la desobediencia. Muy seguramente ella añoraba sus bienes, sus amistades, sus objetos personales; estaba mirando lo material y no lo espiritual o simplemente fue incrédula.
Muchas veces creemos que el tiempo pasado fue mejor, Salomón nos dice que hacer esto no demuestra sabiduría (Eclesiastés 7:10). Podemos tal vez notar que en esos tiempos tendríamos dinero, pero no a Dios; muchas amistades, pero no cristianas o siempre había un ‘algo’ que no encajaba. El Señor nos manda no volver al pasado; y si lo hacemos podemos entorpecer lo nuevo que nos tiene (Isaías 43:18-19). Bajo la perspectiva de Dios, la felicidad es muy diferente: los valores encajan perfectamente con el propósito de Él en cada uno y en el plan que ya tiene diseñado. Personalmente he aprendido que el gozo del Señor es el que me llena, el que me fortalece; el mundo y sus banalidades no sirven sino para aparentar o para satisfacer a otros.
Así que, si este es tu caso, pídele al Espíritu Santo que te muestre cómo fue en realidad tu vida pasada y compares con las ricas bendiciones de hoy. ¡Escápate del pasado! El Señor te manda no volver la mirada hacia atrás. Mira de frente: este es el día que Dios te regala lleno de alegría y de gozo.
Amado Señor: Ponemos delante de Ti nuestros tiempos actuales y te damos gracias por tenernos vivos y libres de ataduras ahora, donde podemos exaltar tu Nombre porque entendemos que la riqueza espiritual es la que vale. Enséñanos a despegarnos de lo material y a buscar siempre tu rostro con la ayuda de tu Santo Espíritu. Muchas gracias buen Señor. ¡Te amamos!
Un abrazo y bendiciones.

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