martes, 28 de marzo de 2017

Fiel es quien hizo la promesa

Dame, pues, la región montañosa que el Señor me prometió en esa ocasión. 
Josué 14:12a.

Lectura: Josué 14:1-15.  Versículo del día: Josué 14:12a.

MEDITACÓN DIARIA

Me inspiró a hacer este devocional el hecho de que mi hijo le dedicó a mi esposo la canción de: ‘Dame ese monte’ de Daniel Santoy y Jesús Adrián Romero. Es que leyendo Josué 14 es muy claro que Caleb ya era de avanzada edad cuando se le cumplió la promesa que le había hecho Moisés siervo del Señor. El mensaje es innegable: no importa la edad que se tenga porque es el mismo Señor quien renueva las fuerzas y da vigor para continuar. La promesa llegará y en su tiempo se cumplirá. Caleb lo sabía muy bien: “Ya han pasado cuarenta y cinco años desde que el Señor hizo la promesa por medio de Moisés, mientras Israel peregrinaba por el desierto; aquí estoy este día con mis ochenta y cinco años: ¡el Señor me ha mantenido con vida!” (v. 10).
¿Cuántos reciben promesas del Señor en medio del desierto? Muchos. Es precisamente en el desierto cuando el Señor habla más quedo al corazón (Oseas 2:14). Si ya se cumplieron, es un motivo más para honrarlo; y si no, no importa: los tiempos del Señor no son los nuestros. Lo importante es saber que aún se tienen fuerzas para continuar y que nunca es tarde para alcanzar los objetivos. El propósito de Dios puede precisamente estar en medio de la promesa y quizá ni cuenta nos hemos dado. “Todas las promesas que ha hecho Dios son «sí» en Cristo. Así que por medio de Cristo respondemos «amén» para la gloria de Dios” (2 Corintios 1:20). Fiel es quien hizo la promesa; no hay que dudar.

Sí buen Dios: no importan los años encima porque los sueños y la fuerza todavía se encuentran ahí. Gracias porque creemos en quien las prometió que no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta. Gracias porque por más que lleguen gigantes para enfrentar Tú vas adelante derrotándolos; porque los muros que hay que pasar Tú los derrumbarás. Gracias porque fortaleces al cansado y acrecientas las fuerzas del débil. Gracias porque los que esperan en Ti levantarán alas como las águilas; correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán. ¡Te amamos Señor! ¡Gracias por tanta bondad!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: