jueves, 23 de marzo de 2017

Ahora yo proclamaré tu grandeza en mi vida

Tú, Señor, me has librado de la muerte, has enjugado mis lágrimas,  no  me has dejado tropezar. 
Salmo 116:8. 

Lectura: Salmo 116:1-19.  Versículo del día: Salmo 116:8.

MEDITACIÓN DIARIA

Tendré que decir igual que el Salmista porque también me enredaron los lazos de la muerte, pero clamé al Señor y el Señor me respondió (vv. 3-6). “¡Ya puedes, alma mía, estar tranquila,      que el Señor ha sido bueno contigo!” (v. 7). Así es. Y aunque en el día a día siguen llegando los problemas, sigo creyendo en Dios. Siempre he dicho que la vida no es fácil pero es mucho más fácil con el Señor. ¿Qué sería de mí si no hubiera conocido al Señor? Definitivamente, Él es mi Roca, mi Torre fuerte, mi Refugio, mi Sanador y mi Libertador. ¿A dónde más puedo acudir en momentos de sufrimiento y de angustia? Solamente a la presencia del Señor, quien es el que en verdad me conoce y sabe hasta dónde puede llegar mi dolor. ¡No soy merecedora de tanta clemencia! “¿Cómo puedo pagarle al Señor por tanta bondad que me ha mostrado?” (v. 12). Anunciando su salvación e invocando su Nombre ante los que no le conocen (v. 13). Esta es la manera en que puedo en algo, retribuirle a mi Señor tanto bien realizado conmigo. ¡Ahora yo proclamaré su grandeza en mi vida!

Amado Señor: Gracias por todas las angustias y dolores que has permitido en el transcurso de mi vida. Gracias porque si no fuera por ellas, quizá no te tendría a Ti como mi Consejero y Baluarte indiscutible. Gracias porque son muchas las lecciones que me has dejado a través de desilusiones, tristezas, llantos y desesperación. Sólo puedo decir que tu Nombre es excelso por los siglos de los siglos. Permite mi Dios, que pueda ser útil en tu obra declarando lo que has hecho conmigo y sirviendo de consuelo al prójimo.

Un abrazo y bendiciones.

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