La gloria, Señor, no es para nosotros; no es para nosotros, sino para tu nombre, por causa de tu amor y tu verdad.
Salmo 115:1.
Lectura: Salmo
115:1-18. Versículo del día: Salmo 115:1.
MEDITACIÓN DIARIA
El Salmo empieza
dándole la gloria a Dios y más adelante nos habla de los ídolos y lo que ellos
no pueden hacer. Cuan equivocados están muchos creyendo que este o aquel santo
puede solucionarle problemas y si les
salen las cosas, convencidos se postran a adorar a la imagen sin darse cuenta
que están adorando ídolos y que Dios no comparte su gloria con nadie.
Recordemos el primer mandato dado a Moisés en el Monte Sinaí: “No tengas otros
dioses además de mí. No hagas ningún ídolo ni nada que guarde semejanza con lo
que hay arriba en el cielo, ni con lo que hay abajo en la tierra, ni con lo que
hay en las aguas debajo de la tierra. No te inclines delante de ellos ni los
adores. Yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso. Cuando los padres son
malvados y me odian, yo castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta
generación. Por el contrario, cuando me
aman y cumplen mis mandamientos, les muestro mi amor por mil generaciones”
(Deuteronomio 5:7-10). Y el Señor Jesús, se los resumió a los fariseos de esta
manera: “Jesús contestó: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu
alma y con toda tu mente. Este es el primer mandamiento y el más importante”
(Mateo 22:37-38 NTV).
Si volteamos los ojos
hacia los santos o la virgen, ya es idolatría y estamos desplazando al Señor
nuestro Dios. Nosotros, los cristianos nacidos de nuevo con Jesucristo tenemos
que poner la mirada en el Dios que nos rescató con su amor del poder del
enemigo. “Los que temen al Señor, confíen en él; él es su ayuda y su escudo”.
(v. 11 en la lectura).
Bendito Dios y Señor
nuestro: Queremos adorarte y exaltarte como lo mereces. Solo Tú eres Dios
grande, bueno y misericordioso. Solo de tu parte podemos recibir bendición
sobre bendición. Eres Majestuoso Rey de reyes, Santo y Soberano. La gloria, el
honor, la honra y la victoria son para Ti por los siglos de los siglos.
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario