miércoles, 22 de marzo de 2017

Restaurando con espíritu de mansedumbre

Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano. 
Mateo 18:15.

Lectura: Mateo 18:15-20.  Versículo del día: Mateo 18:15.

MEDITACIÓN DIARIA

Qué bien nos enseña el mismo Señor el perdón y la misericordia que nos debemos mutuamente, en especial, considero, dentro de la Iglesia primero que todo.
Orando y pensando en el crecimiento espiritual de la Iglesia del Señor, he llegado a la conclusión que falta mucho perdón. A veces consideramos que es muy fácil perdonar, especialmente cuando se miran los toros desde la barrera. Es como todo, pienso. Porque en ocasiones nos toca consolar cuando un hermano ha perdido a un ser querido, o cuando sabemos de alguien quien de un momento a otro apareció con una enfermedad grave o que simplemente está en dificultades económicas muy fuertes. Podemos orar con ellas, leerles pasajes bíblicos, pero es difícil ponerse los zapatos del otro, si no hemos pasado por lo mismo. Por eso, se necesita haber sido consolado para poder consolar. Entonces, es igual el caso cuando un miembro de la Iglesia es ofendido por otro y no estaba listo para aceptar este agravio. Lo que quiero decir es que nos puede parecer fácil perdonar cuando lo decimos de palabra, pero cuando ya toca las fibras de nuestro corazón ¿podemos hacerlo?
Ahí es cuando el Señor nos manda entonces, ir a solas con él y hacerle ver su falta. Más adelante dice: “Pero, si no, lleva contigo a uno o dos más, para que todo asunto se resuelva mediante el testimonio de dos o tres testigos” (v. 16). Y si con esto tampoco escucha: “Si se niega a hacerles caso a ellos, díselo a la iglesia; y, si incluso a la iglesia no le hace caso, trátalo como si fuera un incrédulo o un renegado” (v. 17). Vemos que Dios plantea un conducto regular para cumplirse, con el fin de atraer al que cometió la falta, en vez de alejarlo de la grey. “Amados hermanos, si otro creyente está dominado por algún pecado, ustedes, que son espirituales, deberían ayudarlo a volver al camino recto con ternura y humildad. Y tengan mucho cuidado de no caer ustedes en la misma tentación” (Gálatas 6:1 NTV). Otras versiones dicen: “con un espíritu de mansedumbre”.

Amado Señor: Gracias por tu Palabra que es verdad y en la cual nos instruimos para obrar de acuerdo a tu mandato. Enséñanos buen Señor a mirar al que nos ofende con los ojos tuyos: con amor y ternura, y a estar siempre dispuestos a perdonar de la misma manera que lo haces Tú con nosotros. ¡Te alabamos Dios misericordioso y bondadoso!

Un abrazo y bendiciones.

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