Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano.
Mateo 18:15.
Lectura: Mateo
18:15-20. Versículo del día: Mateo
18:15.
MEDITACIÓN DIARIA
Qué bien nos enseña el mismo Señor el perdón y la misericordia que nos debemos mutuamente, en especial, considero, dentro de la Iglesia primero que todo.
Orando y pensando en el
crecimiento espiritual de la Iglesia del Señor, he llegado a la conclusión que
falta mucho perdón. A veces consideramos que es muy fácil perdonar, especialmente
cuando se miran los toros desde la barrera. Es como todo, pienso. Porque en
ocasiones nos toca consolar cuando un hermano ha perdido a un ser querido, o
cuando sabemos de alguien quien de un momento a otro apareció con una
enfermedad grave o que simplemente está en dificultades económicas muy fuertes.
Podemos orar con ellas, leerles pasajes bíblicos, pero es difícil ponerse los
zapatos del otro, si no hemos pasado por lo mismo. Por eso, se necesita haber
sido consolado para poder consolar. Entonces, es igual el caso cuando un
miembro de la Iglesia es ofendido por otro y no estaba listo para aceptar este
agravio. Lo que quiero decir es que nos puede parecer fácil perdonar cuando lo
decimos de palabra, pero cuando ya toca las fibras de nuestro corazón ¿podemos
hacerlo?
Ahí es cuando el Señor
nos manda entonces, ir a solas con él y hacerle ver su falta. Más adelante
dice: “Pero, si no, lleva contigo a uno o dos más, para que todo asunto se
resuelva mediante el testimonio de dos o tres testigos” (v. 16). Y si con esto
tampoco escucha: “Si se niega a hacerles caso a ellos, díselo a la iglesia; y,
si incluso a la iglesia no le hace caso, trátalo como si fuera un incrédulo o
un renegado” (v. 17). Vemos que Dios plantea un conducto regular para
cumplirse, con el fin de atraer al que cometió la falta, en vez de alejarlo de
la grey. “Amados hermanos, si otro creyente está dominado por algún pecado,
ustedes, que son espirituales, deberían ayudarlo a volver al camino recto con
ternura y humildad. Y tengan mucho cuidado de no caer ustedes en la misma
tentación” (Gálatas 6:1 NTV). Otras versiones dicen: “con un espíritu de mansedumbre”.
Amado Señor: Gracias por tu Palabra que es verdad y en la cual nos instruimos para obrar de acuerdo a tu mandato. Enséñanos buen Señor a mirar al que nos ofende con los ojos tuyos: con amor y ternura, y a estar siempre dispuestos a perdonar de la misma manera que lo haces Tú con nosotros. ¡Te alabamos Dios misericordioso y bondadoso!
Un abrazo y bendiciones.
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