¡Levántate, Señor! ¡Levanta, oh Dios, tu brazo! ¡No te olvides de los indefensos! Salmo 10:12.
Lectura: Salmo
10:1-18. Versículo del día: Salmo 10:12.
MEDITACIÓN DIARIA
A veces creemos que la
maldad solamente la vemos en las telenovelas y dramatizados pero
infortunadamente, creo yo, que más bien los guionistas de estos programas se
han basado en hechos de la vida real.
Hay que tener en cuenta que el corazón humano es lo más engañoso, por
una parte; y por la otra, que mientras el hombre no busque a Dios va a
permanecer caído y su jefe don Satán,
será feliz haciendo alarde de su maldad a través de estas personas. “Con
arrogancia persigue el malvado al indefenso, pero se enredará en sus propias
artimañas (v. 2).
Mi madre tenía este
dicho: ‘el que las hace las paga’. Yo por mi parte siempre he creído que el
Señor no se queda con nada guardado sea buen o malo. Así que si el malvado
busca al indefenso para robarle, ultrajarle y aprovecharse de él, tarde o
temprano tendrá su castigo. “El Señor es rey eterno; los paganos serán borrados
de su tierra. Tú, Señor, escuchas la petición de los indefensos, les infundes
aliento y atiendes a su clamor. Tú
defiendes al huérfano y al oprimido, para que el hombre, hecho de tierra, no siga
ya sembrando el terror” (vv. 16-18).
Así que si nos da mucha
rabia la injusticia social y las acciones del malvado, nos quedan dos cosas por
delante: orar por estar personas para que
Dios tenga misericordia al momento de juzgarlos y la segunda, si tenemos
oportunidad hablarles y compartirles el plan de salvación de Dios para el
hombre pecador. Tenemos que concientizarnos sobre el papel del hombre en el
mundo y el que nos corresponde hacer. No podemos esperar que del caído salgan
cosas buenas porque la misma Palabra lo dice (Gálatas 5:19-21).
Amado Señor:
Reconocemos que no somos más que el resto de la humanidad, solo que Tú nos miraste con ternura y amor. Extendiste
tus brazos para alcanzarnos y nosotros aceptamos ese perdón y el sacrificio
hecho por Ti en la cruz del Calvario. Tenemos que reconocer que estamos en un
mundo caído y que del corazón del hombre brota la maldad. Te rogamos Señor no
solamente por los que se han burlado de Ti cometiendo actos de crueldad con los
indefensos, sino también por todas aquellas personas que han caído en sus
manos. Dales a ellas paz, consuelo y refugio a tu lado. Gracias porque
defiendes al huérfano y al oprimido, para que el hombre, hecho de tierra, no
siga ya sembrando el terror como dice tu Palabra. ¡Bendito eres mi Dios!
Un abrazo y
bendiciones.
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