Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura. Hebreos 10:22.
Lectura: Hebreos 10:1-39. Versículo del día: Hebreos 10:22.
MEDITACIÓN DIARIA
Dice la Escritura que
mediante la sangre del Señor Jesucristo tenemos plena libertad para entrar al
Lugar Santísimo (v. 19), Él nos abrió un nuevo camino, un camino que da vida,
el único camino existente (Juan 14:6). Y
si ya tenemos este privilegio, nos podemos acercar a Dios con sinceridad,
con absoluta confianza de que ya estamos
limpios y purificados. Y si tenemos tan hermoso regalo, no volvamos hacia atrás
ni pequemos deliberadamente, porque le
estaríamos dando a entender al Señor que poco o nada nos valió su sacrificio.
Dice aquí también la Escritura algo muy serio para ponerle la atención debida:
que sería como pisotear al Hijo de Dios y profanar la sangre del pacto (v. 29). Tengamos mucho cuidado porque: “¡Terrible
cosa es caer en las manos del Dios vivo!” (v. 31).
Nos alienta el apóstol,
con estas palabras: “Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás y
acaban por perderse, sino de los que tienen fe y preservan su vida” (v. 39).
Sería muy bueno mirar
la balanza de nuestra vida cristiana y ver cuál es el peso mayor. No está de
más que hagamos un examen de conciencia y cada uno conteste sinceramente:
¿Estoy en el lado de los que dan marcha atrás, o estoy con una buena carga
perseverando hasta el fin?
Amado Señor: muchas
gracias porque por tu intermedio, los que ya te conocemos y hemos decidido
seguir por ese camino, podemos acercarnos al trono de la gracia sin
preocupación alguna, sabiendo que ya pagaste con tu preciosa sangre todo el peso
de nuestros pecados. Te rogamos Señor que no nos permitas volver al mirada
hacia atrás porque no seríamos dignos de Ti. Llénanos con tu Santo Espíritu
para que sea Él constantemente quien nos impugne de pecado, nos levante y nos
guie nuevamente hacia la senda correcta, cuantas veces sea necesario. ¡Te
alabamos bendito Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario