A éstos Dios se propuso dar a conocer cuál es la gloriosa riqueza de este misterio entre las naciones, que es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria. Colosenses 1:27.
Lectura: Colosenses
1:1-29. Versículo del día: Colosenses
1:27.
MEDITACIÓN DIARIA
¿Cuáles son éstos? Sus
santos, a los que se les ha anunciado el Evangelio de Cristo, o sea, a nosotros
que tenemos a Cristo Jesús como el eje de nuestra vida. Él gobernándolo todo y
fortaleciéndonos con la esperanza de la gloria futura. Dios, quien nos ha
reconciliado por medio de la muerte de su Hijo, nos presenta ahora santos,
intachables e irreprochables delante de Él, con el fin de mantenernos firmes en
la fe, bien cimentados y estables (vv. 22-23).
Pero no podemos ser
egoístas y dejar al Señor como una exclusividad: “A este Cristo proclamamos,
aconsejando y enseñando con toda sabiduría a todos los seres humanos, para presentarlos
a todos perfectos en él” (v. 28). Eso nos corresponde hacer: los que ya le
hemos conocido y que por su bendita gracia somos llamados sus santos, nos
concierne salir a proclamar las Buenas Nuevas; no en nuestra propia fuerza sino
con el poder de Cristo obrando en cada uno (v. 29).
Demos gracias a Dios
por habernos permitido tener esa preciosa riqueza. No hay nada comparable ni
existirá tampoco algo más valioso y apreciado que es Cristo viviendo en
nosotros, no solamente por un tiempo determinado aquí en la tierra, sino por
toda la eternidad.
Amado Dios: ¡Cómo
agradecerte todo lo que nos has regalado sin ni siquiera pedir algo a cambio!
No somos merecedores de tanto amor y sin embargo no dudaste en darnos a tu
amado Hijo para que Él cargara con todo el peso que nos correspondía a nosotros
llevar. ¡Muchas gracias buen Dios! Permite que en algo recompensemos tanto bien
y llévanos a compartir este Evangelio proclamando a Cristo, aconsejando y
enseñando a todos, lo que también hemos aprendido. ¡Toda la honra, gloria y
honor sean para ti! ¡Te amamos Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
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