lunes, 22 de agosto de 2016

Vistamos las ropas nuevas que nos ofrece el Señor

Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Colosenses 3:1.

Lectura: Colosenses 3:1-17.  Versículo del día: Colosenses 3:1.

MEDITACIÓN DIARIA

El apóstol Pablo nos manda a poner atención en lo que está arriba, no en la tierra (v. 2). Por consiguiente nos insta a morir al pecado; a lo que es propio de la naturaleza pecaminosa tales como: “inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia, la cual es idolatría”; “Pero ahora abandonen también todo esto: enojo, ira, malicia, calumnia y lenguaje obsceno. Dejen de mentirse unos a otros” (vv. 5 y 8-9). Si ya tenemos un nuevo vestido, ¿para qué seguir usando el viejo y arrugado? (v. 10). Entonces, no podemos seguir con la vida que llevábamos antes de conocer a Cristo. Nuestra vida debe de ser fiel testimonio de que nacimos de nuevo; que somos completamente nuevas creaciones. De lo contrario estaríamos invalidando el sacrificio del Señor. Así que busquemos ser renovados para que cada día le conozcamos más y nos parezcamos más a Cristo el Señor (v. 10).
¿Cuál sería el ropaje recomendado? “Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto” (vv. 12-14). Además de esto se nos manda a vivir en paz, a ser agradecidos; a instruirnos y aconsejarnos mutuamente; a cantar himnos, salmos, canciones espirituales con gratitud de corazón (vv. 15-16). Por último Pablo nos deja el adorno para nuestro traje nuevo: “Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él” (v. 17). Me parece muy importante este adorno porque en resumidas cuentas, nuestras vidas deben girar alrededor del Señor Jesús sin olvidar jamás lo que hizo por nosotros. Además, porque considero que hemos aprendido a glorificar a Papito Dios por medio de su Hijo Jesucristo (Juan 14:13; 15:8)
Revisemos nuestra vida y si todavía existe vestuario viejo, botémoslo y coloquémonos el que nos regaló nuestro Salvador.

Amado Señor: Muchas gracias por enseñarnos a dejar atrás todo lo que nos contaminaba y ensuciaba. Queremos presentarnos ante Ti como dignos de estar en tu presencia: lavados con tu propia sangre y vestidos con trajes finos y relucientes para agradarte y cumplir tu voluntad. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: