viernes, 12 de agosto de 2016

Avancemos seguros hacia la meta

No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí. Filipenses 3:12.

Lectura: Filipenses 3:1-21.  Versículo del día: Filipenses 3:12.

MEDITACIÓN DIARIA

Muchas personas creen que por ser cristianos ya somos perfectos y les queda fácil criticarnos o estar pendientes de cualquier altibajo para caernos encima y señalarnos. Así no es. Los cristianos estamos en un proceso de formación cada día; por eso dice Filipenses 1:6 que el Señor irá completando la buena obra que empezó hasta el día de Cristo Jesús.
Lo importante es no dejarnos intimidar por sus palabras y continuar como nos dice aquí el apóstol Pablo: “esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí”. Esa es nuestra meta verdadera. Todo lo demás que el mundo nos critica o juzga no importa; tenemos que poner la mirada en lo que será nuestra morada eterna; en lo feliz que estaremos al lado del Señor Jesús. En saber que Él enjugará toda lágrima que brote de nuestros ojos (Apocalipsis 21:4).
Avancemos seguros hacia la meta; no nos detengamos. Ninguna alegría de las experimentadas aquí, será mayor que la que nos espera; y ningún sufrimiento o aflicción podrá aplacar esa bendita esperanza. Lo cierto es que vamos camino hacia la patria celestial. “Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús” (vv. 13-14 en la lectura).

Amado Señor: Muchas gracias por tu fidelidad. Gracias por la promesa de una nueva vida eterna Contigo. Gracias porque nada detendrá la marcha hacia la patria celestial. Enséñanos buen Señor a andar en integridad mientras llegamos a nuestra morada eterna y gozar por siempre a tu lado.

Un abrazo y bendiciones.

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