¿Quién eres, Señor?, pregunté. Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues, me contestó él.Hechos 22:8.
Lectura: Hechos 22:1-21. Versículo del día: Hechos 22:8.
MEDITACIÓN DIARIA
Pablo, antes llamado Saulo, fue
un judío celoso de Dios y de la ley. Persiguió a los primeros cristianos e
incluso aprobó la muerte de Esteban. Sin embargo, el Señor tenía otros planes
diferentes para él y se le manifestó sobrenaturalmente preguntándole: “Saulo, Saulo,
¿por qué me persigues?” (v. 7).
Me he puesto a pensar que hay
diferentes maneras de perseguir al Señor. Es que no se necesita coger y
encadenar a sus seguidores; basta con el hecho de no creerle, de incluso llegar
a hacer mofa de sus afirmaciones o de decir abiertamente que no le es de interés
conocerle. Y otras veces, los de afuera nos tachan de fanáticos, legalistas y
hasta de locos porque no entienden que el cristianismo no es una religión sino
una relación muy personal con Jesucristo. Creo que así como Saulo cuestionó
tanto a Jesús, actualmente también muchos lo discuten al creer en Él más como
una figura vista tradicionalmente, pero que no se conoce a ciencia cierta quién
era ni cuál fue su propósito real al venir a la tierra. Por otro lado, pueda
que hasta algunos sean eruditos en las Escrituras, pero su relación nunca ha
sido íntima ni personal.
Mi oración es porque tú amigo,
quien estás leyendo este devocional, no lo rechaces más; no lo persigas ni
critiques a los de su Iglesia. ¿Por qué te es tan difícil aceptar a Jesús como
Señor y Salvador? Déjate envolver por su ráfaga de luz que tan pronto te
doblegues hacia Él, Jesús te permitirá ver claramente como a Saulo (vv. 11-13).
“El Dios de nuestros antepasados te ha escogido para que conozcas su voluntad,
y para que veas al Justo y oigas las palabras de su boca” (v. 14).
Amado Señor: Hoy te ruego por
todos los que leen este devocional y están enceguecidos por el mundo. Ábreles
los ojos Jesús misericordioso, y permite que ellos encuentren el camino
verdadero que eres Tú, para alcanzar la meta de la tierra prometida contigo en
la eternidad.
Un abrazo y bendiciones.
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