He visto, pues, que nada hay mejor para el hombre que disfrutar de su trabajo, ya que eso le ha tocado.Eclesiastés 3:22.
Lectura: Eclesiastés
3:1-22. Versículo del día: Eclesiastés
3:22.
MEDITACIÓN DIARIA
Siempre he dicho que el
trabajo es vez de ser una carga es una bendición. Y hay que aprender a ver esta
bendición como eso exactamente: un favor concedido por Dios. Por eso a la vez,
cuando se tiene un trabajo hay que también bendecirlo. En el Nuevo Testamento
la palabra ‘bendición’ es ‘EULOGEO’ en griego (elogiar), y se traduce como
hablar bien de alguien. O sea, bien decir.
Así que ya sabemos.
Debemos dar gracias a Dios por la bendición de cada trabajo y asimismo hablar
bien de él y de la empresa que lo ha ofrecido.
Como para terminar:
creo que a Salomón se le olvidó anotar en los tiempos (vv. 2-8), ‘Un tiempo
para trabajar y un tiempo para descansar’. Hago este apunte a modo muy
personal, porque infortunadamente hay quienes sufren de adicción al trabajo y
todo se convierte en trabajo+trabajo sin tener en cuenta el descanso ni la
familia. Si el trabajo es una bendición no podemos volverlo una carga.
Amado Señor: Gracias por
el trabajo que a cada uno has prodigado. Gracias porque seguro que es el mejor;
bendecimos tanto las empresas como las labores desempeñadas allí. Gracias Señor
porque ese trabajo, era el que tenías guardado y el mejor; lo amamos y
aceptamos como tal. ¡Bendito seas por siempre!
Un abrazo y
bendiciones.
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