El Señor me dirigió la palabra: Hijo de hombre, si un país peca contra mí y persiste en su infidelidad, yo levantaré mi mano contra él; le quitaré las provisiones, lo sumiré en el hambre, y arrasaré a sus habitantes y a sus animales.Ezequiel 14:12-13.
Lectura: Ezequiel
14:12-23. Versículos del día: Ezequiel
14:12-13.
MEDITACIÓN DIARIA
Sé que en todos los países se
peca de una manera u otra. Unos por idolatría, por inmoralidad sexual o por el
mismo terrorismo. Sin embargo me atrevo a pensar que Estados Unidos de América
ha sido un país singular puesto que desde su misma fundación los peregrinos inmigrantes
llegados, se postraron y declararon que esta tierra sería para Cristo.
Fundamentaron su fe en Dios y su Palabra y
llevó a esta nación a ser la
primera potencia mundial. Infortunadamente ahora, el país ha cambiado y hasta
se quiere abolir su Nombre de la Constitución, cuando se dice y hay escritos
que confirman que Estados Unidos comenzó con las palabras: “En el Nombre de
Dios. Amén”. Bajo estos argumentos Dios bendijo grandemente a este pueblo.
Ahora, las nuevas generaciones y lo sucesivos inmigrantes de diferentes países,
han hecho que sus legisladores y mandatarios cambien sus fundamentos; lo que
era para glorificar a Dios y extender la fe cristiana ya no existe. Y ¡cuidado,
porque Dios no miente!
Pero me pregunto: ¿En dónde
está la iglesia de Dios que no se pronuncia? Porque la Biblia dice muy claro: “si
mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala
conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su
tierra” (2 Crónicas 7:14). Por una parte, este pueblo lleva el Nombre de Dios
desde su creación, pero lo abandonó. Entonces, le corresponde a la Iglesia de
Dios levantarse como una bandera, humillarse, orar y abandonar la mala
conducta. Dios quiere que esta nación vuelva a lo que era, a buscar su rostro
para glorificarlo y que retome el camino para que siga siendo un país en
crecimiento no en decadencia. ¡Levántate
Iglesia a orar por esta tierra!
Amado Señor: Te pedimos perdón
porque no somos coherentes con lo que hablamos y actuamos; porque nos hemos
alejado de Ti y nos hemos dejado absorber por el mundo. Pedimos perdón por los
altos funcionarios que han cambiado sus principios por poder y fama. Enséñanos
a humillarnos y proclamar tu Palabra para que a diestra y siniestra sepan que
eres el Salvador del mundo y que fuera de Ti no existe otro camino. ¡Gracias
por tu Palabra bendito Dios! Y gracias precioso Espíritu Santo por enseñarnos a
discernirla y entenderla con claridad.
Un abrazo y bendiciones.
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