lunes, 13 de junio de 2016

Contra pereza, diligencia




Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en el sepulcro, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría. 
Eclesiastés 9:10.


Lectura: Eclesiastés 9:1-10.  Versículo del día: Eclesiastés 9:10.

MEDITACIÓN DIARIA

Todos tenemos un destino común que es la muerte (vv.2-2), y lo mejor, es hacer  todo lo que nos venga a la mano, de manera insuperable, como para Dios. Son muchos los quehaceres diarios y a veces luchamos con el tiempo porque tal parece que el día de hoy, es más veloz que el de ayer; el tiempo no nos alcanza para realizar nuestras labores y ya es una carga hasta pensar en el nuevo día porque sabemos exactamente de la rutina y el afán. Aquí el Señor nos dice que pongamos empeño en lo que hagamos y nos lo refuerza con pasajes como éste: “Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo” (Colosenses 3:23). O sea poner toda nuestra excelencia al realizar cualquier labor. Ser conscientes de que esa labor es la mejor de todas y la que Dios quiso ofrecernos.
El desarrollar las tareas con responsabilidad y queriendo hacer lo mejor, no solamente redundará en una gran satisfacción personal, sino que glorificará el nombre de nuestro buen Dios. Los cristianos debemos aprender a ser íntegros en todo y que mejor que dar testimonio con el propio trabajo a los que nos rodean. Aprendamos a dejar la pereza, la apatía, la amargura y hasta la queja a un lado. Mientras tengamos fuerza, seamos grandes emprendedores y desarrolladores de lo que Dios ha puesto a nuestra disposición. Y algo importante: seamos sabios y estemos atentos a las oportunidades, no las rechacemos.  

Amado Señor: Gracias porque ante todo tenemos la salud y la vitalidad para trabajar. Gracias porque no tenemos ninguna limitación o enfermedad que nos impida desarrollarlas de la mejor manera. Queremos dejar a un lado la quejabanza y más bien utilizar la alabanza por el hecho de saber que nos tienes con vida y vitalidad para realizar lo que nos corresponde. Gracias Señor porque las nuevas fuerzas vienen de Ti; cada mañana Tú las renuevas con el propósito aun de aligerarlas. ¡Te amamos Señor! ¡Que todo lo que hagamos sea para exaltar tu Nombre!

Un abrazo y bendiciones.

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