Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en el sepulcro, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría.Eclesiastés 9:10.
Lectura: Eclesiastés
9:1-10. Versículo del día: Eclesiastés
9:10.
MEDITACIÓN DIARIA
Todos tenemos un
destino común que es la muerte (vv.2-2), y lo mejor, es hacer todo lo que nos venga a la mano, de manera
insuperable, como para Dios. Son muchos los quehaceres diarios y a veces
luchamos con el tiempo porque tal parece que el día de hoy, es más veloz que el
de ayer; el tiempo no nos alcanza para realizar nuestras labores y ya es una
carga hasta pensar en el nuevo día porque sabemos exactamente de la rutina y el
afán. Aquí el Señor nos dice que pongamos empeño en lo que hagamos y nos lo
refuerza con pasajes como éste: “Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana,
como para el Señor y no como para nadie en este mundo” (Colosenses 3:23). O sea
poner toda nuestra excelencia al realizar cualquier labor. Ser conscientes de
que esa labor es la mejor de todas y la que Dios quiso ofrecernos.
El desarrollar las tareas
con responsabilidad y queriendo hacer lo mejor, no solamente redundará en una
gran satisfacción personal, sino que glorificará el nombre de nuestro buen
Dios. Los cristianos debemos aprender a ser íntegros en todo y que mejor que
dar testimonio con el propio trabajo a los que nos rodean. Aprendamos a dejar
la pereza, la apatía, la amargura y hasta la queja a un lado. Mientras tengamos
fuerza, seamos grandes emprendedores y desarrolladores de lo que Dios ha puesto
a nuestra disposición. Y algo importante: seamos sabios y estemos atentos a las
oportunidades, no las rechacemos.
Amado Señor: Gracias
porque ante todo tenemos la salud y la vitalidad para trabajar. Gracias porque
no tenemos ninguna limitación o enfermedad que nos impida desarrollarlas de la
mejor manera. Queremos dejar a un lado la quejabanza y más bien utilizar la
alabanza por el hecho de saber que nos tienes con vida y vitalidad para
realizar lo que nos corresponde. Gracias Señor porque las nuevas fuerzas vienen
de Ti; cada mañana Tú las renuevas con el propósito aun de aligerarlas. ¡Te
amamos Señor! ¡Que todo lo que hagamos sea para exaltar tu Nombre!
Un abrazo y
bendiciones.
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