A la noche siguiente el Señor se apareció a Pablo, y le dijo: ¡Ánimo! Así como has dado testimonio de mí en Jerusalén, es necesario que lo des también en Roma.Hechos 23:11.
Lectura: Hechos 23:1-11. Versículo del día: Hechos 23:11.
MEDITACIÓN DIARIA
Así Como Pablo tuvo aflicciones
por predicar el Evangelio de Jesús, puede sucedernos a nosotros; sin embargo no
hay de qué preocuparnos. El Señor también nos da un nuevo ánimo para que así
como hemos sido capaces de compartir las Buenas Nuevas a familiares y amigos
que son nuestra Jerusalén, podamos ir
más allá: a los que no nos conocen ni conocen al Salvador.
Pidámosle al Señor que nos dé
el denuedo para salir a compartir sin temer los dardos del enemigo quien es el
que nos desanima y pone en la gente la mofa y burla; él está interesado en
arrebatarnos las almas para el infierno pero nosotros tenemos un arma más
poderosa que es la Palabra de Dios y
Cristo es nuestra fortaleza. No temamos. ¡Adelante con valor!
Amado Señor: Queremos ser
usados por Ti. Enséñanos a vencer los obstáculos que se nos presenten e ir
hacia el hombre caído para llevarlo a tus pies. Gracias porque Contigo somos
más que vencedores y Tú eres nuestra fortaleza y escudo protector. ¡Te amamos
Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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