Mientras tanto, ustedes nos ayudan orando por nosotros. Así muchos darán gracias a Dios por nosotros a causa del don que se nos ha concedido en respuesta a tantas oraciones.2 Corintios 1:11.
Lectura: 2 Corintios
1:3-11. Versículo del día: 2 Corintios
1:11.
MEDITACIÓN DIARIA
Gracias a Dios, al
menos en Occidente, nuestros pastores o líderes por ahora no han sufrido persecución
al predicar el Evangelio, como les sucedió a Pablo y Timoteo en la Provincia de
Asia (vv. 8-9). Sin embargo, no por esto dejan de encontrarse cargados y
agobiados por la responsabilidad que tienen ante el Señor del redil que se les
encomendó. Por otro lado, no pensemos que ellos son infalibles y no tienen tentaciones;
las tienen como cualquiera de nosotros. Satanás no se queda quieto y qué mejor
para él, lograr desviar a un siervo de Dios.
Así que es una obligación de la feligresía
estar orando continuamente por ellos; porque el Señor los sostenga firmes en su
ministerio, los fortalezca y les de valor para afrontar los problemas de sus
ovejas; además por la sabiduría necesaria para guiar y mantener unido a todo su rebaño.
Amado Padre Celestial: en
el Nombre de tu amado Hijo Jesús, venimos a poner delante de Ti no solamente a
nuestros pastores y líderes directos, sino también a todos aquellos que de una
u otra manera han ministrado nuestras vidas. Igualmente oramos por todos tus
siervos que predican la Palabra en regiones áridas, desoladas y con olor a
muerte. Clamamos por sus necesidades físicas, espirituales, materiales y
emocionales. Si están cansados, fortalécelos; si están abatidos, consuélalos.
Líbralos de toda aflicción y permite que lleven a cabo la obra encomendada para
que el mundo te conozca. Señor Jesús, guárdalos de todo mal y cúbrelos con tu
preciosa sangre. Oramos en tu precioso Nombre y con el poder y la unción de tu
Santo Espíritu te damos las gracias. Amén.
Un abrazo y
bendiciones.
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