viernes, 17 de junio de 2016

Transformando el olor a podredumbre en su suave fragancia




Sin embargo, gracias a Dios que en Cristo siempre nos lleva triunfantes y, por medio de nosotros, esparce por todas partes la fragancia de su conocimiento. 
2 Corintios 2:14.


Lectura: 2 Corintios 2:1-17.  Versículo del día: 2 Corintios 2:14.

MEDITACIÓN DIARIA

Con Cristo podemos ir de victoria en victoria; y una vida victoriosa está arraigada a su mano poderosa. Es una vida que no declina aun en las dificultades; es una vida que no desiste y persevera cada día con el ánimo de agradar a su Señor. Nosotros somos el aroma grato que se esparce en medio de la humanidad caída. Pero gracias a Dios que los del mundo pueden percibir a través nuestro, un olor diferente: la fragancia que brota de cada uno al unirnos con el Señor. ¡Somos el aroma de Cristo! Y todo lo nuestro tiene que esparcir su suave fragancia para que los de afuera, sean motivados y llevados a sus pies.
Si estamos arraigados a Jesús y somos uno con Él, entonces esparzamos su amor, su bondad, su perdón, su misericordia y su reconciliación. Todo esto necesitamos difundir para que el olor nauseabundo de la podredumbre del pecado, sea transformado por la fragancia de la gracia derramada.

Amado Señor: Gracias porque contigo somos más que vencedores. El triunfo nuestro está dado porque vives y reinas en nuestros corazones esparciendo tu olor fragante para llenarnos de esa, tu aroma especial, con el fin de cautivar y atraer a los perdidos. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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