Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.Isaías 41:10.
Lectura: Isaías
41:1-20. Versículo del día: Isaías
41:10.
MEDITACIÓN DIARIA
A diario encontramos
lindas y reconfortantes promesas con las que nuestro buen Dios cada mañana nos
renueva las fuerzas y la esperanza para continuar. Es el Señor quien se encarga
de dirigir nuestros pasos y Él va abriendo las puertas necesarias para que al
final su propósito se cumpla en nuestras vidas. Yo entiendo, que se presentarán
inconvenientes y tropiezos, pero si el Señor dice expresamente: “Así que no
temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te
fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa”, es porque
así es. Más adelante lo vuelve a repetir como reafirmando sus palabras para
darnos más seguridad: “Porque yo soy el Señor, tu Dios, que sostiene tu mano
derecha; yo soy quien te dice: No temas, yo te ayudaré” (v. 13). Y para que no
quede ninguna duda: “¡el Santo de Israel es tu redentor!” (v. 14). Sí, sí. ¡Nuestro
gran Redentor es quien aboga por nosotros! Nos lleva de su mano y aunque no lo veamos
porque a veces creemos perderlo de vista, ahí está. En medio de la incertidumbre,
en medio de la aflicción, en medio de la desesperanza y del ahogo dice: “yo
mismo te ayudaré”. “Si Dios está con
nosotros, ¿quién estará contra nosotros?” (Romanos 8:31). “Conforme a la
promesa que os hice cuando salisteis de Egipto, mi Espíritu permanece en medio
de vosotros; no temáis” (Hageo 2:5 LBLA). Amén y amén.
Rindámonos ante sus pies;
seamos sinceros cuando estemos hablando con el Señor y desbordemos ante Él todo
lo que nos aqueja. Él desea que aprendamos a confiar en sus promesas porque no
estamos solos; Él es nuestro Dios, Amo, Rey y Señor por siempre y jamás nos
abandonará. ¡No hay nada qué temer!
Amado Señor y Dios
nuestro: Yo creo, confieso y declaro que tu Palabra es verdad y que estas son
las promesas que nos tienes y las que nos sostendrán. Gracias Señor por tu amor
incondicional e inigualable. No tenemos que temer porque estemos donde estemos,
ahí gozaremos de tu presencia. ¡Tú nos fortalecerás con tu diestra victoriosa!
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario