Instrúyeme, Señor, en tu camino para conducirme con fidelidad. Dame integridad de corazón para temer tu nombre.Salmo 86:11.
Lectura: Salmo
86:1-17. Versículo del día: Salmo 86:11.
MEDITACIÓN DIARIA
Qué bueno sería que
aprendiéramos a empezar el día con una oración como la de David en este Salmo. Y
digo que sería bueno porque a menudo se nos olvida entregarle al Señor cada
carga del día y resultamos siguiendo nuestro propio camino. Además de esto, en
el diario vivir nos enfrentamos con situaciones que no siempre son agradables y
ahí es, precisamente donde el enemigo nos coloca cascarillas para que
resbalemos, la integridad se nos va al piso y hasta se nos olvida quién es
nuestro Amo y Señor quedando nuestra fidelidad hacia Él, solamente en palabras:
“Pero me temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, los
pensamientos de ustedes sean desviados de un compromiso puro y sincero con
Cristo” (2 Corintios 11:3).
Pienso que inclusive no
es solamente en el amanecer; es en cada momento o actividad que realicemos: “Y
todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús,
dando gracias a Dios el Padre por medio de él” (Colosenses 3:17), porque definitivamente
si no es cogidos de su mano, los traspiés serán continuos.
Amado Señor: Haznos
saber que en cada nuevo amanecer, tu amor está disponible para nosotros; solamente tenemos que venir hacia Ti con confianza y atender la ruta trazada para seguir. Enséñanos
a conducirnos fielmente contigo. Gracias bendito Dios, porque eres un Dios
compasivo, lento para la ira y abundante en misericordia.
Un abrazo y
bendiciones.
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