Guarda silencio ante el Señor, y espera en él con paciencia.Salmo 37:7.
Lectura: Salmo
37:1-11. Versículo del día: Salmo 37:7
MEDITACIÓN DIARIA
Guardar silencio no es
quedarse con las manos cruzadas. Es entender que el Señor mandará diversas
opciones para que tomemos la mejor y actuemos de acuerdo a lo aceptado. Viene a
mi memoria la anécdota de un cristiano que naufragó y quedó solitario en una
pequeña isla. —Oró al Señor
porque lo sacara de allí y en efecto sobrevolaron helicópteros, pasaron barcos
cerca y él no se dio por aludido. Entonces murió y fue a reclamarle al Señor
por qué no había acudido en su ayuda. La respuesta fue: Te mandé helicópteros,
salvavidas, barcos y todos los despreciaste —.
Esto para enseñarnos que hay que orar y
actuar. El quedarnos quietos, personalmente creo que es confiar plenamente en
que el Señor puede actuar y permitirle actuar: “confía en él, y él actuará” (v.
5b). La paciencia juega un papel importante en esa espera. “Al Señor esperé
pacientemente, y Él se inclinó a mí y oyó mi clamor” (Salmo 40:1 Biblia de las
Américas). “Miren cómo espera el agricultor a que la tierra dé su precioso
fruto y con qué paciencia aguarda las temporadas de lluvia” (Santiago 5:7). La
bondad del Señor llega porque llega: “Pero de una cosa estoy seguro: he de ver
la bondad del Señor en esta tierra de los vivientes. Pon tu esperanza en el
Señor; ten valor, cobra ánimo; ¡pon tu esperanza en el Señor!” (Salmo 41:13-14).
Definitivamente lo de siempre: insistir, persistir y no desistir.
Amado Señor: En
ocasiones no entendemos cuando nos dices que guardemos silencio o que nos
quedemos quietos. Lo confundimos con nuestra propia debilidad de actuar y no comprendemos
cuando nos ofreces diferentes opciones para tomar la mejor y salir avante. Enséñanos por favor a ser
pacientes, a no renegar ni desesperarnos en la espera de tu respuesta. Tú eres
un Dios bueno y deseas lo mejor para los tuyos. ¡Gracias buen Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
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