viernes, 29 de mayo de 2015

Bendecir, es la orden dada



Se me ha ordenado bendecir, y si eso es lo que Dios quiere, yo no puedo hacer otra cosa. 
Números 23:20.


Lectura: Números 23:1-24.  Versículo del día: Números 23:20.

MEDITACIÓN DIARIA

Para tener muy en cuenta lo que demanda esta Escritura. He leído muchas veces el versículo de hoy y no me canso de ello, porque así como a Balan (sacerdote pagano) Dios le dio la orden de cambiar la maldición de Balac (rey de Moab) por bendición, de igual modo a nosotros también se nos ordena bendecir; pero no solamente a los que nos hacen bien. El Señor Jesús mismo nos lo mandó: “Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los maltratan” (Lucas 6:27-28).
Meditemos y pensemos a quiénes les deseamos bien. Quizá estamos muy acostumbrados a decir por decir: ‘Dios te bendiga’; pero cuando alguien nos hace daño, ¿será que también pronunciamos una bendición?  O nos vamos lanza en ristre sobre esa persona y ahí sí nos acordamos de lo que dicen los Salmos, como cuando David  pedía a Dios que  destruyera a sus enemigos, sin tener en cuenta que el Señor cambió la ley del Talión por la ley de amar al prójimo (Mateo 5:38-42). Recordemos: Se nos ha ordenado bendecir y si eso es lo que Dios quiere, no podemos hacer otra cosa.

Amado Señor: Gracias por la nueva orden que nos has dado de bendecir en cualquier ocasión que se nos presente, sea amigo o enemigo. Queremos cumplir tu voluntad; aprender a obedecerte y complacerte en dar testimonio con nuestras vidas.

Un abrazo y bendiciones.

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