Se me ha ordenado bendecir, y si eso es lo que Dios quiere, yo no puedo hacer otra cosa.Números 23:20.
Lectura: Números
23:1-24. Versículo del día: Números
23:20.
MEDITACIÓN DIARIA
Para tener muy en
cuenta lo que demanda esta Escritura. He leído muchas veces el versículo de hoy
y no me canso de ello, porque así como a Balan (sacerdote pagano) Dios le dio la
orden de cambiar la maldición de Balac (rey de Moab) por bendición, de igual
modo a nosotros también se nos ordena bendecir; pero no solamente a los que nos
hacen bien. El Señor Jesús mismo nos lo mandó: “Pero a ustedes que me escuchan
les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a
quienes los maldicen, oren por quienes los maltratan” (Lucas 6:27-28).
Meditemos y pensemos a
quiénes les deseamos bien. Quizá estamos muy acostumbrados a decir por decir: ‘Dios
te bendiga’; pero cuando alguien nos hace daño, ¿será que también pronunciamos
una bendición? O nos vamos lanza en
ristre sobre esa persona y ahí sí nos acordamos de lo que dicen los Salmos,
como cuando David pedía a Dios que destruyera a sus enemigos, sin tener en cuenta
que el Señor cambió la ley del Talión por la ley de amar al prójimo (Mateo
5:38-42). Recordemos: Se nos ha ordenado bendecir y si eso es lo que Dios
quiere, no podemos hacer otra cosa.
Amado Señor: Gracias
por la nueva orden que nos has dado de bendecir en cualquier ocasión que se nos
presente, sea amigo o enemigo. Queremos cumplir tu voluntad; aprender a
obedecerte y complacerte en dar testimonio con nuestras vidas.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario