domingo, 24 de mayo de 2015

Nosotros hacemos lo que nos corresponde hacer




—Entonces denle al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios. 
Mateo 22:21.


Lectura: Mateo 22:15-22.  Versículo del día: Mateo 22:21.

MEDITACIÓN DIARIA

Definitivamente en la Biblia encontramos la respuesta a todas las preguntas respecto a nuestros deberes y comportamiento. Los fariseos quisieron tenderle a Jesús una trampa preguntándole: “¿Está permitido pagar impuestos al césar o no?” Y el Señor les responde sabiamente de manera que ellos quedaron asombrados y que a la vez, esta respuesta nos hace entender que el pagar los impuestos al gobierno es tan obligatorio como el dar el diezmo o las ofrendas a Dios. El Señor Jesús nos dejó el ejemplo cuando pagó el impuesto por Él y por Pedro (Mateo 17:27).
En mi país, Colombia, no sé en el resto de América Latina, la gente murmura mucho sobre lo que hacen los gobernantes con los impuestos si son pocas las obras que se ven, y toman esto como excusa para no pagarlos o de alguna manera evadirlos. En el versículo de hoy observamos que el verbo está en imperativo; es una orden y en la que nosotros como cristianos tenemos que dar ejemplo, así hagan lo que hagan o dejen de hacer. Igual debe ser con los diezmos para las iglesias: nos concierne obedecer independientemente de lo que pastores y predicadores hagan. Es a ellos: gobernantes y pastores, a quienes Dios les pedirá cuentas; por nuestra parte cumplimos con lo que nos compete: “Paguen a cada uno lo que le corresponda: si deben impuestos, paguen los impuestos; si deben contribuciones, paguen las contribuciones; al que deban respeto, muéstrenle respeto; al que deban honor, ríndanle honor” (Romanos 13:7). Todo gobernante así no estemos de acuerdo con su ideología, merece honra y respeto, y el pagar los impuestos es una manera de honrarlo también (1 Pedro 2:17).

Amado Señor: Permite que día tras día seamos completamente íntegros en nuestro actuar para ser merecedores de llamarnos cristianos y dar ejemplo a los que nos conocen, obrando rectamente. Gracias por tu instrucción buen Señor.

Un abrazo y bendiciones.

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