Tenemos su autoridad delegada

Cuando Jesús terminó de decir estas cosas, las multitudes se asombraron de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tenía autoridad, y no como los maestros de la ley. 

Mateo 7:28-29.

Lectura: Mateo 7:1-29.  Versículos del día: Mateo 7:28-29.

MEDITACIÓN DIARIA

Cuando alguno de nosotros diseñamos y creamos un objeto somos dueños del objeto y tenemos autoridad sobre lo creado. Dios es la máxima autoridad como creador del universo. Antiguamente Dios habló por medio de Moisés y los profetas. En estos días, nos habla por medio de su Hijo Jesucristo; a quien  designó heredero de todo y por medio de Él hizo el universo (Hebreos 1:1). Frente al acontecimiento de la transfiguración del Señor, donde estaban presentes Pedro, Santiago y Juan también aparecieron Moisés y Elías y en medio de una nube luminosa salió una voz que dijo: “Éste es mi Hijo amado, a quien he elegido: escúchenlo” (Mateo 17:5).

El hecho de permitir el Señor Jesús que tres de sus discípulos escucharan lo que dijo el Padre me hace pensar que era para que aprendieran sobre su autoridad y a la vez encargarles que siguieran su ministerio con su autoridad delegada sobre ellos. Así oró por ellos antes de su pasión: “Ahora saben que todo lo que me has dado viene de ti, porque les he entregado las palabras que me diste, y ellos las aceptaron; saben con certeza que salí de ti, y han creído que tú me enviaste”; “Como tú me enviaste al mundo, yo los envío también al mundo” (Juan 17:7-8 y 18).

Con el poder del Espíritu Santo que se nos ha dado (Hechos 1:8), todo cristiano que ha sido regenerado por Cristo Jesús, se convierte en su discípulo. Si lee su Palabra y se convierte en hacedor de ella acatándola como la verdad inerrante posee autoridad para ir y enseñar a otros e instruirlos para que se conviertan y alcancen la salvación. Pidámosle al Señor que sepamos ser fieles embajadores de Él, aquí en la tierra.

Amado Señor: Gracias por tu Palabra que es verdad incuestionable. Enséñanos a llevar tu mensaje con denuedo y el convencimiento pleno de que lo que hablamos proviene de Ti y lo trasmitimos con plena autoridad porque sabemos en quién hemos creído. Gracias por permitirnos ser parte de tus discípulos en este tiempo.

Un abrazo y bendiciones.