Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
Mateo 28:19-20.
Lectura: Mateo 28:16-20. Versículos del día: Mateo 28:19-20.
MEDITACIÓN DIARIA
Después de la resurrección y antes de la ascensión del Señor al cielo, Él reunió a sus once discípulos en Galilea y les dejó un mandato muy claro: ir y hacer discípulos en todas las naciones. En una palabra, llevar el mensaje de las Buenas Nuevas por todo el mundo.
No podemos creer que
solamente fue para ellos la orden. Es una orden de la cual todos nos hacemos
partícipes si en verdad nos consideramos sus discípulos; y nos convertimos en
discípulos cuando alguien nos enseña algo. Aprendimos que el Señor Jesús es el
Salvador del mundo y personalmente cada uno lo aceptamos como tal. Si eso es
así, entonces ya somos sus discípulos y es deber nuestro no quedarnos con tan
buenas noticias; hay que difundirlas. Si sabemos que Jesús es el único camino
al cielo (Juan 14:6); y nos da duro el pensar que a diario vemos conocidos, familiares
y amigos que mueren sin su Salvador, sea porque no han tenido la oportunidad de
reconocerle como Dios y Señor o porque el mensaje les ha sido indiferente,
entonces es el momento de retomar el mandato y empezar a dar a conocer a Jesús
como Señor y Salvador personal.
No podemos seguir
siendo cristianos pasivos ni egoístas. La salvación es regalo de Dios para toda
la humanidad y en nuestras manos está el difundir el mensaje.
Amado Señor: queremos ser obedientes a Ti e ir como lo mandaste a llevar tu mensaje, empezando por toda nuestra familia que deseamos se salve y llegue al conocimiento de tu verdad. Te rogamos que pongas en nosotros el querer como el hacer por tu buena voluntad. Queremos ser siervos útiles. ¡Gracias buen Señor!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario