Sean santos, porque yo, el Señor su Dios, soy santo.Levítico 19:2.
Lectura: Levítico 19:1-37. Versículo del día: Levítico 19:2.
MEDITACIÓN DIARIA
Dios es santo y por consiguiente
demanda de nosotros santidad. Sin santidad nadie verá a Dios” (Hebreos 12:14). Vivir
en santidad es vivir de acuerdo a los mandatos del Señor, no de acuerdo a lo
que dice el mundo o siguiendo los deseos de la naturaleza carnal. Dios es santo
y confesamos que el Señor es nuestro Dios; entonces por lo que ya hizo por
nosotros es nuestra obligación buscar siempre la santidad. Buscar todo aquello
que agrada a Dios renunciando al ego tan arraigado que tenemos como el timón
que nos guía, y permitiendo que sea el Señor el eje central de nuestra vida. Hay
que entender que somos privilegiados: “Dios nos escogió en él antes de la
creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él” (Efesios
1:4). Tanta gracia y bondad no podemos despreciar; por eso todo lo que hagamos
debemos hacerlo como para Dios, de la mejor manera: “Más bien, sean ustedes
santos en todo lo que hagan, como también es santo quien los llamó” (1 Pedro 1:15).
“Por tanto, sean perfectos, así
como su Padre celestial es perfecto” (Mateo 5:48). Personalmente considero que
si queremos vivir en santidad, tenemos que vivir en integridad y ponernos una
meta cada día hasta llegar a la excelencia: Excelencia que se perfeccionará en
el día de Cristo Jesús (Filipenses 1:6).
Amado Señor: Te damos gracias por
tu Palabra, la cual queremos vivir plenamente para agradarte como es tu
voluntad. Danos sabiduría y entendimiento para discernir cualquier actuación
que no sea de tu agrado, y el deseo de corregirla perseverando cada día en la
gracia que por tu infinito amor nos regalaste. Queremos ser santos porque Tú
eres santo.
Un abrazo y bendiciones.
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