viernes, 17 de abril de 2015

Dar para exaltar a Dios no a nosotros




Cuídense de no hacer sus obras de justicia delante de la gente para llamar la atención. Si actúan así, su Padre que está en el cielo no les dará ninguna recompensa. 
Mateo 6:1.


Lectura: Mateo 6:1-4. Versículo del día: Mateo 6:1.

MEDITACIÓN DIARIA

Dios ama al dador alegre; pero el dador debe hacer las obras porque lo motiva el mismo amor por el Señor, no por glorificarse él o creer que por esto encontrará la salvación. Efesios dice: “no por obras para que nadie se gloríe” (Efesios 2:9). El dar debe ser una consecuencia de la salvación; no la salvación consecuencia del dar.  Dios conoce los corazones y lo que puede ser de alta estima entre los hombres, para Dios puede convertirse en abominación (Lucas 16:15).  “Más bien, cuando des a los necesitados, que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la derecha” (v. 3 en la lectura).
Los cristianos tenemos que aprender a ser luz en todas las áreas de nuestra vida; esa fue la enseñanza del Señor Jesús cuando dijo: “Asegúrate de que la luz que crees tener no sea oscuridad” (Lucas 11:35). Muchas veces se confía en la misma fe y se enorgullece de ella hasta el punto de querer demostrar lo que en verdad no se siente solamente guiados por un sentimiento, una insinuación u orden. Ahí no se está permitiendo que la luz de Jesús alumbre completamente en nuestro ser. Caemos en la trampa sutil dejándonos vanagloriar con lo que en realidad le corresponde al Señor: “¿Cómo va a ser posible que ustedes crean, si unos a otros se rinden gloria pero no buscan la gloria que viene del Dios único?” (Juan 5:42).
Sí, seamos generosos y compasivos con los necesitados. Hagámosle al modo de Dios, como muestra de nuestra gratitud y amor por Él, buscando su gloria y no la nuestra.

Amado Señor: Gracias porque tú nos instruyes en tu Palabra sobre el dar a los necesitados. Queremos aprender a hacerlo para glorificarte ante todo y como consecuencia del amor que nos tuviste primero al mirarnos con compasión para darnos la salvación. Señor, que demos sin que nuestra mano izquierda sepa lo que hace la derecha.

Un abrazo y bendiciones. 

No hay comentarios: