lunes, 20 de abril de 2015

Paralizados por las situaciones de la vida




Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados —se dirigió entonces al paralítico—: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. 
Mateo 9:6.


Lectura: Mateo 9:1-13. Versículo del día: Mateo 9:6.

MEDITACIÓN DIARIA

No es necesario estar en una camilla, con muletas o en silla de ruedas para paralizarnos. Hay situaciones que nos paralizan más que las dolencias del cuerpo y precisamente para eso vino el Señor Jesús. Vino para darnos plena libertad de espíritu, de corazón y de cuerpo. Romanos 8:32 dice: “y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”. No hay otra verdad, sino la manifestada precisamente al paralítico de quien tiene poder y autoridad para levantar enfermos: Jesucristo.
En el mundo estamos cautivos por muchas situaciones que nos abruman: situaciones económicas y matrimonios en crisis; hijos descarriados o afligidos; enfermedades terminales; el mismo mundo alborotado sin querer aceptar nada de Dios sino enrolado en una inmoralidad sexual abrumadora o la misma corrupción de nuestros países, hacen que la paz que albergamos vaya decayendo porque aun somos sensibles y nos falta fortaleza para resistir al maligno. Cristo Jesús quiere darnos todo su apoyo. Él es la solución para sacarnos avante y ponernos nuevamente a caminar. No hay que temer aquello que nos paraliza.   Tenemos que rendirnos completamente a Él; conocerle y creerle como lo que dijo ser: El camino, la verdad y la vida (Juan 14:6). No hay una verdad más veraz, que la misma Verdad que es Jesucristo. La Verdad que es el único camino para ir al Padre y darnos vida eterna con Él.
Cojámonos fuertemente de esa Verdad para levantarnos, tomar la camilla y empezar a andar. Jesús es quien dijo ser; quien manifestó su poder y misericordia y aún lo hace. 

Amado Señor: Todavía a pesar de conocerte estamos subyugados a los ataques del  enemigo quien a fuerza de engaños quiere robarnos la paz y fortaleza que Tú nos has brindado. Danos nuevos ímpetus y discernimiento para afrontar cualquier situación que nos esté atormentando y desata las cadenas que nos tienen presos o acorralados. Necesitamos de Ti Señor para ser completamente libres, levantarnos y proseguir la marcha. Gracias buen Dios por escucharnos.

Un abrazo y bendiciones.

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