lunes, 13 de abril de 2015

Rayos que abrigan esperanza de un futuro mejor



El pueblo que habitaba en la oscuridad ha visto una gran luz; sobre los que vivían en densas tinieblas la luz ha resplandecido. 
Mateo 4:16.

Lectura: Mateo 4:12-25.  Versículo del día: Mateo 4:16.

MEDITACIÓN DIARIA

Cuando escucho sobre la corrupción de mi país, Colombia; veo niños en la calle llorando de hambre o en la televisión noticias macabras sobre asesinatos, destrucción y violencia, se me comprime el alma por tanta maldad. Sin embargo el Señor vuelve y me recuerda siempre el versículo que dice: “Pero allí donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia” (Romanos 5:20b). Gracia que es dada a los hombres a través de Jesucristo. El Señor vino para eso: “para dar luz a los que viven en tinieblas, en la más terrible oscuridad, para guiar nuestros pasos por la senda de la paz” (Lucas 1:79). El Señor es luz que ilumina a las naciones; al pueblo gentil (Lucas 2:32), y Colombia no es la excepción.
Debemos seguir su ejemplo: “Jesús recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino” (v. 23 en la lectura). Somos los encargados de llevar la luz de Jesús y permitir que brille por donde quiera que pasemos sea la ciudad o el campo; en valles y montañas; zonas áridas o profundidades de la selva; costas y sabanas. Allí se encuentra nuestra Galilea. Por todo lado hay densas tinieblas y la oscuridad es total en medio del caos que se vive. La misión del Señor Jesús fue precisamente esa: dejar su luz para que los que se acojan a Él no tropiecen más. Muy seguramente al camino tendrá pasos pedregosos y resbaladizos, pero cuando la luz está en medio brillando, es fácil levantarse y proseguir.  Lo importante es no dejarla apagar y permitir que sus rayos luminosos se extiendan y propaguen con más fuerza para buscar la senda de la paz tan anhelada. Así que: “¡Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del Señor brilla sobre ti!” (Isaías 60:1).

Amado Señor: Tú eres la luz del mundo que viniste a sacarnos de la oscuridad. Gracias por regalárnosla y permitirnos extenderla hacia todos los que andan en tinieblas. Queremos ser portadores de centellas resplandecientes que no solamente den claridad sino también abrigo y esperanza de un futuro mejor. Gracias Señor Jesús.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: