¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que vive? No está aquí; ¡ha resucitado!Lucas 24:5-6.
Lectura: Lucas
24:1-49. Versículos del día: Lucas
24:5-6.
MEDITACIÓN DIARIA
El misterio más grande
de la Iglesia cristiana, el más extraordinario y por el cual afirmamos la fe,
es la resurrección del Señor Jesucristo.
Es motivo de orgullo porque ningún otro líder puede atestiguar que su
tumba está vacía. Sí, su tumba está vacía y Él triunfó sobre la muerte ¡Gloria
a Dios!
En su gloriosa
resurrección también está la bendita esperanza del pueblo cristiano: las
puertas del cielo se nos abren para también resucitar. Como creemos que Jesús
murió y resucitó “Así también Dios resucitará con Jesús a los que han muerto en
unión con él” (1 Tesalonicenses 4:14). Jesús está vivo y no hay nada que temer; si
está con nosotros ¿quién contra nosotros? No existe nada que nos pueda separar de
su amor (Romanos 8:35-39), porque Él venció sobre la muerte y el infierno.
Satanás está pisoteado y derrotado. El enemigo aunque quiera molestarnos no
puede hacernos frente; sabe que fuimos comprados con la preciosa sangre de
Cristo y pertenecemos a su reino. Si el Señor no hubiese resucitado vana sería
nuestra fe como lo dijo el apóstol Pablo (1 Corintios 15:14). Entonces todo su
ministerio en la tierra y sus promesas no tendrían validez.
La resurrección del
Señor es motivo de alegría y regocijo. Si su nacimiento nos da paz y gozo
considero que con mayor razón su resurrección porque es el acontecimiento más
grande en la historia de la humanidad. ¡Aleluya! ¡Su tumba está vacía porque Él
triunfó!
Amado Señor: Tú eres el
Señor de la vida. Contigo tenemos la certeza de una vida eterna a tu lado y
nuestro deseo es que todos lo sepan, lo entiendan y lo crean. Permite que
nuestros rostros demuestren la alegría de tu gloriosa resurrección. Que podamos
gritarle al mundo entero que nuestro Dios es fiel y verdadero; que no hay otro
Dios como Tú capaz de levantarse de los muertos como lo hiciste. Gracias Señor
porque creemos firmemente en tu resurrección y sabemos que habrá también una
resurrección para todos los que pasemos la muerte, teniéndote en el corazón.
Un abrazo y
bendiciones.
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