viernes, 24 de abril de 2015

Disposición para seguirlo como niños




En aquel tiempo Jesús dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños. 
Mateo 11:25.


Lectura: Mateo 11:25-30.  Versículo del día: Mateo 11:25.

MEDITACIÓN DIARIA

Personalmente considero que Dios ante todo necesita es la disposición de la persona para seguirlo. La relación con el Señor debe ser tal que se compagine todo lo suyo con lo nuestro. Seguir a Cristo es vivir para Cristo, ser como Cristo y actuar como Cristo. En este andar continúo nos vamos moldeando a su imagen. Pienso en el apóstol Pedro quien era un sencillo y humilde pescador; cuando estuvo al lado de su Maestro llegó a entender profundamente quién era en verdad Él, que le respondió: “¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios” (Juan 6:68-69); “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente —afirmó Simón Pedro” (Mateo 16:16). El Señor le hace saber que eso no se lo reveló ningún mortal sino el Padre que está en los cielos y de igual modo sucede con nosotros: disponernos para que toda su Palabra nos sea revelada: “Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las profundidades de Dios” (1 Corintios 2:10).  Si miramos el caso de Pedro que no tenía la cultura ni el estudio de Pablo entendemos que: Dios escogió lo insensato del mundo para avergonzar a los sabios, y escogió lo débil del mundo para avergonzar a los poderosos” (1 Corintios 1:27). En su infinita misericordia supo elegir a eruditos como Pablo y no tan instruidos como Pedro para su obra evangelizadora. Ambos instrumentos valiosos en sus manos.  
No nos creamos sabios en nuestra propia opinión, busquemos la sabiduría que viene de lo alto. La que nos hace niños para seguirle y amarle espontánea y sencillamente (Mateo 18:3). Y pongamos atención porque también nos dice su Palabra: “sean astutos como serpientes y sencillos como palomas” (Mateo 10:16). No nos engañemos; “Si alguno de ustedes se cree sabio según las normas de esta época, hágase ignorante para así llegar a ser sabio” (1 Corintios 3:18).

Amado Señor: Enséñanos a ser como niños para tener la disposición de buscarte y aprender de Ti sin tantos preámbulos ni cuestionamientos. Necesitamos tu sabiduría; guíanos por tu camino y haznos entender que buscas un amor puro y candoroso para seguirte.

Un abrazo y bendiciones.

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