Pero yo, Señor, en ti confío, y digo: Tú eres mi Dios. Mi vida entera está en tus manos.Salmo 31:14-15a.
Lectura: Salmo
31:1-24. Versículo del día: Salmo
31:14-15a.
MEDITACIÓN DIARIA
David oraba con el
corazón quebrantado ante Dios y le gemía: “Tenme compasión, Señor, que estoy
angustiado; el dolor está acabando con mis ojos, con mi alma, ¡con mi cuerpo!”
(v. 9) Se percibe un hombre cansado,
maltratado y humillado por los enemigos. La vida se le iba en angustias y los
años en lamentos (v.10). “Pero yo en ti confío. Mi vida está en tus manos”, le
decía. ¡Cuántas veces nos hemos sentido
igual hasta el punto de clamarle al Señor pidiendo que pare a los que nos hacen
mal¡ Sin embargo también recapacitamos y
reconocemos que tenemos al Dios que es refugio y socorro para el que busca
auxilio; que es roca y fortaleza para el cansado. Si bien es cierto que
llegarán las aflicciones, nunca podrán ganar la batalla porque hay presente un Dios
Todopoderoso, clemente y guerrero que
espera para pelear y derramar su bondad sobre los que le temen (v. 19).
La exhortación del
mismo David es: “Cobren ánimo y ármense de valor, todos los
que en el Señor esperan” (v. 24). ¿Esperamos en el Señor? Entonces creámosle y
llenémonos de coraje y valor. Dejemos nuestra vida en las manos del mejor
experto.
Amado
Señor: Gracias por ser Tú el refugio perfecto; gracias por escuchar nuestra voz
suplicante pidiéndote ayuda y respondernos. No estamos solos, estás a nuestro
lado para darnos socorro, protección y fortaleza. ¡Gracias buen Señor! ¡Esperamos en Ti!
Un
abrazo y bendiciones.
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