miércoles, 1 de abril de 2015

Entendiendo el sacrificio total del Señor




—Aunque todos te abandonen —declaró Pedro—, yo jamás lo haré. 
Mateo 26:33.


Lectura: Mateo 26:1-46.  Versículo del día: Mateo 26:33.

MEDITACIÓN DIARIA

Personalmente considero que ninguno de los discípulos se percataba de lo que en realidad era la situación del Señor. Fue muy poco lo que entendieron cuando les comunicó sobre la traición de uno de ellos (vv. 20-25), cuando instituyó la cena (vv. 26-29) y aun cuando los invitó a orar en el Getsemaní poco comprendieron su angustia (vv. 36-46). Bajo estas circunstancias, Pedro dice por decir, palabras que no cumpliría.
Me parece que es algo similar a lo que vivimos actualmente en las congregaciones. Son muchos los que andan cerca al Señor pero el compromiso es muy poco. Dentro de mi entender justifico a los discípulos porque ellos sin tener todavía al Espíritu Santo era poco lo que lograban captar y a medida que se desarrollaron los hechos fueron vislumbrando quien era en verdad Jesús de Nazaret. Creo que nosotros tenemos una ventaja y es que si fuimos sinceros al decirle que entrara en nuestras vidas, tanto el Padre como el Espíritu Santo hicieron presencia desde ese mismo instante y es el Espíritu quien nos guía a toda verdad. Pero ¿Cuántos hemos sido Pedro negándolo de una u otra manera? ¿Cuántas veces hemos querido tener comunión con Dios y nos quedamos también dormidos? ¿Y cuántas otras tantas  leemos la Palabra, sabemos lo que dice pero poca importancia le damos?  Nos entra por un oído y nos sale como si nada por el otro.
En esta semana busquemos un tiempo de reflexión sobre lo que en verdad vino a hacer el Señor Jesús por nosotros y aceptemos su sacrificio entendiendo que si no hubiese sido por su muerte y resurrección estaríamos todos perdidos.

Amado Señor: Te damos infinitas gracias por tu pasión y muerte en el Calvario. Te damos gracias porque cada gota de sangre derramada allí fue para el perdón de nuestros pecados. Moriste cruentamente sin merecerlo, solamente para que nosotros pudiéramos gozar de la vida eterna contigo, restaurando la relación entre Dios Padre y la humanidad. ¡Te adoramos buen Jesús!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: