—Yo soy Dios, el Dios de tu padre —le dijo—. No tengas temor de ir a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación.Génesis 46:3.
Lectura: Génesis
46:1-7. Versículo del día: Génesis 46:3.
MEDITACIÓN DIARIA
Quizá Jacob recordaba o
había escuchado de las palabras de Dios a su abuelo Abraham, que llegarían a Egipto como
extranjeros y allí serían esclavos (Génesis 15:12-13), y por eso sentía temor
de ir. Dios mismo se encargó de confirmarle a Jacob (ahora Israel porque Dios
le cambió el nombre), su ida a ese país. Los planes de Dios estaban
completamente calculados por su mano divina. Su ida, tenía un propósito
definido así Jacob no lo entendiera.
Creo que a todos nos
atemoriza en cierto modo los cambios sea de una ciudad a otra y con mayor razón
de un país a otro con diferente cultura, lengua y gastronomía. Es necesario
antes de emprenderlo pedirle al Señor la confirmación y dejarnos guiar por su
Santo Espíritu. Muchas veces los cambios son necesarios porque dan un aire
fresco a nuestras vidas acumuladas de rutina, de apego y de ocio. Igualmente el
cambio puede ser porque Dios nos está protegiendo de algún mal. De todas
maneras, estemos donde estemos si el Señor vive en nuestros corazones,
aprendemos a contentarnos sin depender de las circunstancias y a gozarnos en
todo tiempo y lugar. Tengamos claro que sea donde sea, Dios cumplirá también su propósito
en nosotros.
Amado Señor: Gracias
porque nada sucede si no es por tu voluntad. Gracias porque cuando permites un cambio,
sin saberlo nosotros, nos estás librando de las manos del maligno. Comprendemos
que todas las cosas nos ayudan a bien y que lo importante es la seguridad que poseemos
de saber que vas acompañándonos con tu mano divina por donde quiera que nos movamos.
¡Te amamos Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario