domingo, 15 de febrero de 2015

Sin importar el lugar Dios cumplirá su propósito




—Yo soy Dios, el Dios de tu padre —le dijo—. No tengas temor de ir a Egipto, porque allí haré de ti una gran nación. 
Génesis 46:3.


Lectura: Génesis 46:1-7.  Versículo del día: Génesis 46:3.

MEDITACIÓN DIARIA

Quizá Jacob recordaba o había escuchado de las palabras de Dios a su abuelo Abraham, que llegarían a Egipto como extranjeros y allí serían esclavos (Génesis 15:12-13), y por eso sentía temor de ir. Dios mismo se encargó de confirmarle a Jacob (ahora Israel porque Dios le cambió el nombre), su ida a ese país. Los planes de Dios estaban completamente calculados por su mano divina. Su ida, tenía un propósito definido así Jacob no lo entendiera.
Creo que a todos nos atemoriza en cierto modo los cambios sea de una ciudad a otra y con mayor razón de un país a otro con diferente cultura, lengua y gastronomía. Es necesario antes de emprenderlo pedirle al Señor la confirmación y dejarnos guiar por su Santo Espíritu. Muchas veces los cambios son necesarios porque dan un aire fresco a nuestras vidas acumuladas de rutina, de apego y de ocio. Igualmente el cambio puede ser porque Dios nos está protegiendo de algún mal. De todas maneras, estemos donde estemos si el Señor vive en nuestros corazones, aprendemos a contentarnos sin depender de las circunstancias y a gozarnos en todo tiempo y lugar. Tengamos claro que sea  donde sea, Dios cumplirá también su propósito en nosotros.

Amado Señor: Gracias porque nada sucede si no es por tu voluntad. Gracias porque cuando permites un cambio, sin saberlo nosotros, nos estás librando de las manos del maligno. Comprendemos que todas las cosas nos ayudan a bien y que lo importante es la seguridad que poseemos de saber que vas acompañándonos con tu mano divina por donde quiera que nos movamos. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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