jueves, 5 de febrero de 2015

Es homicida el que aborrece a su hermano




Pero todo esto no significa nada para mí, mientras vea a ese judío Mardoqueo sentado a la puerta del rey. 
Ester 5:13.


Lectura: Ester 5:1-14.  Versículo del día: Ester 5:13.

MEDITACIÓN DIARIA

¡Hasta dónde llegó el odio de Amán por Mardoqueo! Lo sembró en su corazón y cada día fue creciendo hasta brotar raíces de amargura y resentimiento que lo llevaron a maquinar incluso su muerte. Su vanagloria y orgullo tampoco le permitieron ver más allá y solo pensó egoístamente en su posición y riqueza (vv. 10-12 en la lectura). El que se exalta será humillado (Lucas 14:11); Amán no sabía lo que le esperaba: ‘Se fue por lana y salió trasquilado’ dice el refrán. Y en ese caso más que trasquilado; el mal que deseaba se le devolvió a él.  Víctima de su propio invento, la estaca que mandó empalar, fue para él en lugar de Mardoqueo (Ester 7:10).
Hay que tener mucho cuidado cuando deseamos el mal al prójimo porque en el momento menos esperado las cosas se pueden voltear. Dios pesa los corazones y sabe lo que hay en cada uno de ellos. El que aborrece a su hermano se convierte en homicida (1 Juan 3:15). Sembremos amor, perdón, reconciliación, afecto fraternal, bondad, mansedumbre y humildad para que a su debido tiempo, broten frutos que perduren y sean extendidas sus semillas hacia otros. Saquemos y echemos en el basurero todo aquello que nos está impidiendo llevar una vida santa delante de Dios. El Señor Jesús catalogó el amar al prójimo como el segundo de los mandamientos y es primordial en un cristiano. Demos testimonio de ello.

Amado Señor: Gracias por el amor que nos ofreces a diario y que nos hace misericordiosos y humildes como Tú lo eres. No permitas que de nuestros corazones emerjan raíces de amargura llenas de rencor, resentimiento, odio y egoísmo. Enséñanos a devolver bien por mal y a dejar en tus manos las heridas causadas cuando nos lastiman.  

Un abrazo y bendiciones.

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