Por causa de José, el Señor bendijo la casa del egipcio Potifar a partir del momento en que puso a José a cargo de su casa y de todos sus bienes. La bendición del Señor se extendió sobre todo lo que tenía el egipcio, tanto en la casa como en el campo.Génesis 39:5.
Lectura: Génesis
39:1-23. Versículo del día: Génesis
39:5.
MEDITACIÓN DIARIA
Dios bendijo a Potifar
porque José se hallaba trabajando con él. Le servía con ahínco y
responsabilidad y eso le bastó para que el funcionario del Faraón le confiara
todos sus bienes. José el muchacho vendido y despreciado por sus hermanos
resultó de un momento a otro en un palacio, donde se le reconoció por su temor
a Dios y habilidad para administrar. La Biblia no nos relata qué hizo José ante
los problemas presentados; pero siendo muy joven no debió ser nada fácil
adaptarse a la vida de los madianitas y luego habitar en medio de un pueblo que
nada tenía que ver con sus principios. Sin embargo, creo que por su integridad
y relación con Dios, supo humillarse obedeciendo órdenes y se ganó un puesto de
liderazgo en tierra ajena. Dios estaba con él y lo respaldaba en todas sus
acciones al punto de extender su bendición a todos cuantos le rodeaban. Aun sin saberlo, nosotros de igual modo, donde
nos encontremos trabajando o viviendo, así sean del mundo, nos convertimos en
su bendición; porque donde quiera que estemos recibiremos bendiciones: “Alabado
sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en las
regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo” (Efesios 1:3). Somos
ricamente bendecidos, no con una sino con toda bendición espiritual. Hemos
recibido tanto de gracia, que sin darnos cuenta también damos de gracia; o sea:
somos bendecidos para bendecir.
Amado Señor: Te damos
gracias por el lugar en el que nos has colocado. Permite que nuestro corazón
esté siempre dispuesto a recibir y compartir con los nuestros las ricas
bendiciones que a diario nos ofreces. Enséñanos bendito Dios a que nuestra vida
sea ejemplo hasta el punto que digan los demás: “El Señor está con él o con
ella”
Un abrazo y
bendiciones.
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