miércoles, 11 de febrero de 2015

Lo que hagamos se nos devolverá




—Sin duda estamos sufriendo las consecuencias de lo que hicimos con nuestro hermano. Aunque vimos su angustia cuando nos suplicaba que le tuviéramos compasión, no le hicimos caso. Por eso ahora nos vemos en aprietos. 
Génesis 42:21.


Lectura: Génesis 42:1-38.  Versículo del día: Génesis 42:21.

MEDITACIÓN DIARIA

Los hermanos de José no tuvieron la más mínima piedad ni escucharon sus ruegos cuando lo maltrataron y vendieron a los madianitas que iban para Egipto. No pensaron por un momento en la amargura de su padre y mucho menos en el Dios que conocían; su envidia y odio los hizo actuar desmedidamente contra su propio hermano. Como Dios no se queda con nada guardado, esta situación los hizo recapacitar y recordar su pecado. “Porque tal como juzguen se les juzgará, y con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes” (Mateo 7:2). Judá los persuadió de no matarlo sino venderlo sin embargo, miremos lo que dice la Escritura: “Pues aunque digas, «Yo no lo sabía», ¿no habrá de darse cuenta el que pesa los corazones? ¿No habrá de saberlo el que vigila tu vida? ¡Él le paga a cada uno según sus acciones!” (Proverbios 24:12); no por esta acción un poco más noble dejó de ser también cómplice. “Tu maldad te castigará, tu infidelidad te recriminará. Ponte a pensar cuán malo y amargo es abandonar al Señor tu Dios y no sentir temor de mí —afirma el Señor, el Señor Todopoderoso—” (Jeremías 2:19).
A veces actuamos plenamente convencidos que estamos obrando mal; otras porque creemos no saberlo u omitimos callar o actuar. De todas maneras como nos lo afirma Proverbios, el que pesa los corazones, ¿no habrá de saberlo? A Dios no le podemos ocultar absolutamente nada y más bien, si hemos pecado, debemos pedir perdón al Señor lo antes posible para poder continuar por el camino.

Amado Señor: Te pedimos perdón por las ofensas cometidas hacia nuestro prójimo sean con pleno consentimiento, por ignorancia o porque hemos debido hablar y no lo hicimos. Tu Palabra dice que si confesamos nuestros pecados, Tú eres fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda culpa. Recibimos tu perdón y te damos muchas gracias buen Dios.

Un abrazo y bendiciones.

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